¿Te ha pasado que quieres emprender, empezar un nuevo proyecto o ascender en tu trabajo, pero sientes que hay una fuerza que escapa de tus manos y no te deja avanzar cómo quisieras? En psicología lo llamamos el autoboicot, que en palabras simples es el arte de impedirnos avanzar en algo que nos propusimos, y te voy a explicar cómo dejar de hacerlo.
Las personas que se autoboicotean tienden a usar frases como: “hay algo que me falta para…” o “mañana lo hago, hoy ya es muy tarde para empezar”, es decir, evitas o pospones reiteradamente acciones que sabes que son importantes, porque en el fondo te dan miedo y no quieres enfrentarlas.
Generalmente este autoboicot se mantiene por un tiempo prolongado, en el que muchas veces te autoconvences de que eso que te propusiste no es realmente para ti o no es el momento adecuado para hacerlo.
Esto está generalmente alimentado por creencias limitantes acerca de ti misma o el futuro, que te paralizan e impiden que pases a la acción y cumplas tus objetivos. Las creencias limitantes vienen en frases silenciosas tales como “quien eres tú para lograrlo”, “no eres suficientemente capaz de hacerlo” o “vas a fracasar y nunca más te vas a recuperar”.
Cinco consejos para lograr tus metas
A continuación te daré cinco consejos para superar el miedo al éxito y aprendas a evitar los pensamientos negativos que te impiden prosperar en tus metas.
1. Identifica aquellos momentos en que estés atrapada en el autoboicot y las creencias limitantes:
El primer paso es tomar consciencia de cuándo estos mecanismos están operando. Por ejemplo, la próxima vez que evites llamar a esa persona importante para tu proyecto o no quieras focalizarte en tu emprendimiento porque “no es el día ideal” o “te falta preparación”, puedes decirte: “Acá está mi autoboicot de nuevo”.
El simple hecho de tomar consciencia, te permite no tener que actuar en ese piloto automático que te tiene detenida.
2. No intentes que sea perfecto:
Aunque suene difícil o hasta imposible hazte amiga de la incertidumbre. Anda un día a la vez y confía en que no debes tenerlo todo resuelto antes de lanzarte, la mayoría de las cosas se van resolviendo en el camino. Piensa en el pasado y en cómo lograste cosas que quizás considerabas imposibles de hacer. Si pudiste en el pasado, ¿por qué no podrás ahora?
3. Avanza paso a paso:
Proponte metas pequeñas (casi ridículamente pequeñas si estás muy paralizada) y haz una a la vez. Agéndalas y ten a alguien que te pueda ayudar a monitorearte en tus avances. Esto funciona muy bien si eres como la mayoría de las mujeres, a quienes nos es más fácil cumplirles a otros que a una misma.
4. No inventes la rueda:
Siempre va a haber alguien que ya hizo lo que tú quieres hacer. Pide ayuda, lee un libro, inscríbete en un curso, toma un coaching. Opciones hay cientos. Lo importante es que no te quedes sola intentándolo, ya que en el ensayo y error sólo hay pérdida de tiempo y lo que es peor… esperanzas.
5. Sé flexible:
Si bien es muy bueno tener claro lo que quieres lograr, en el camino es posible que tú proyecto o sueño vaya cambiando. Sé flexible, adáptate a las oportunidades que se te presenten, pero no dejes de lado tu motivación inicial al empezar con este proyecto o cambio en tu vida. Probablemente estabas en búsqueda de sentirte con mayor alegría en el día a día, mejorar tu calidad de vida, etc. Eso puedes lograrlo de diferentes formas y nada ni nadie (menos tú misma) debiesen interponerse en tu camino.
COMENTAR