“No estés triste” o “No llores”, suelen frases comunes a la hora de intentar contener a una persona que entristecida.
Y es que poco y nada nos han enseñado a lidiar con nuestras emociones, entonces no es de extrañar que lo primero que nos nazca es intentar reprimir aquellas emociones “incómodas”.
Sin embargo, algunos especialistas advierten que es importante tener en cuenta que la tristeza es una excelente oportunidad de retrospección para reflexionar y cambiar el foco, que no debe ser vista con malos ojos.
Según explica Cristina Wood, psicóloga especialista en ansiedad y estrés la tristeza puede resultar de gran ayuda para ‘mejorarse’ en malos momentos. “Es un momento muy bueno para reflexionar acerca de los posibles errores que has podido cometer, de qué manera eres corresponsable de lo que ha ocurrido”, explica.
La profesional sugiere experimentar y dejar vivir a los otros la tristeza con un “ánimo positivo”, ya que ese ejercicio nos podría ayudar a ser más felices, básicamente porque quien no haya experimentado una gran tristeza, será difícil que pueda sentir la alegría con la misma intensidad. Por esto, “no estropeemos el momento con frases que solo refuerzan el malestar”, agregó.
¡No lo digas!
Según las especialistas, la frase: “no estés triste”, puede llevar a una innecesaria culpabilidad, ya que puede inferir a que si lo estás, pese a tener todo lo que has deseado, es por tu culpa.
“La frase produce más presión, le produce estrés a la persona (…) Uno tiene derecho a estar triste, le están faltando al respeto si se lo dicen, y eso enfada, frustra y puede generar más desesperanza”, dice la psicóloga.
¿Qué hacer con alguien que siente tristeza?
Wood aconseja que debemos comenzar por normalizar la tristeza desde pequeños, en la casa.
“Es muy bueno decirles a los niños cuándo estamos tristes, en seguida dicen que te van a ayudar. Es muy bonito comunicar eso, y además es enseñarles inteligencia emocional”, explica.
Para esto, la psicóloga comparte algunos consejos a continuación:
– Debes permitir expresar lo que sientes, siendo los abrazos de gran ayuda para esto.
– Muestra empatía hacia la persona y trata de hacerla sentir comprendida, incluso cuando sea difícil ponerse en su lugar.
– Hazle comprender que no rechazas su tristeza. Para esto, puedes contarle historias personales o admitiendo que aunque no puedas sentir su dolor, si entiendes lo importante que es.
– Pregúntale qué piensa hacer o cómo se le puede ayudar.
– Transmite confianza, para que sepan que se puede superar el estar triste. “Si dice que no sabe si podrá hacerlo, es bueno preguntarle las tres cosas más difíciles que ha hecho en su vida. Te puedes tomar de eso, y decirle que si las ha conseguido es que también puede lograr el nuevo objetivo, que es cuestión de entrenarlo”, finaliza.
COMENTAR