Hay ciertos hitos cruciales en la vida de todo estudiante, que se deben enfrentar en las mejores condiciones y con todo los sentidos abiertos. Uno de estos es la Prueba de Selección Universitaria (PSU) que, por lo general, genera muchos nervios tanto en quienes se juegan su futuro profesional, como en su entorno familiar.
Por eso, si quieres ayudar a que tu hijo rinda de la mejor forma sigue los consejos que compartió con nostras Stefanie Chalmers, nutricionista y docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, quien asegura que los nervios, sumados a una alimentación inadecuada, pueden jugar una mala pasada.
“En primer lugar, durante la noche anterior se deben evitar los platos abundantes, así como el consumo de alimentos que son meteorizantes, como las legumbres, el brócoli, la coliflor, la alcachofa y el repollo, ya que la idea es prevenir posibles malestares digestivos que pueden alterar el sueño y perjudicar el rendimiento del día siguiente”, explica Chalmers.
En cuanto al desayuno, es enfática al decir que se debe evitar el consumo de grasas y reducir los carbohidratos. “Debemos evitar los alimentos ricos en grasas o las preparaciones que las incorporan, como los huevos fritos, el tocino y la mantequilla, ya que la ingesta abundante en grasas puede enlentecer la irrigación sanguínea hacia el cerebro. De igual modo, el metabolismo de los carbohidratos, como el azúcar y el pan, puede generar un estado de somnolencia que tiende a reducir la concentración”, advierte.
A su vez, Stefanie recomienda que a la hora de almuerzo es mejor “limitar los carbohidratos y, por sobre todo, las grasas. Se deben consumir porciones moderadas, evitar la adición de azúcar o el exceso de sal. En esta misma línea, es mejor dejar para otra ocasión los postres ricos en azúcares o grasas combinadas, como las donas y otros tipos de pasteles”.
El menú ideal para enfrentar la PSU
La experta asegura que “una buena alimentación mejora las habilidades cognitivas, el rendimiento intelectual y la concentración”. Y para hacerles la tarea más fácil, elaboró el siguiente menú para el día “D”.
Cena pre-PSU
– Pescado, puede ser al horno o a la plancha, aderezado con distintas especias aromáticas y acompañado con tomate, palta, lechuga y algún cereal, de preferencia arroz o quínoa.
– De postre 1/2 plátano con 1/2 naranja. Sin añadir azúcar o cremas.
Desayuno PSU
– Una infusión de mate con 2 cucharaditas de azúcar. Puedes complementar con endulzante si es necesario o un jugo de fruta natural. Este último solo se recomienda en caso que sea preparado en casa, fresco y si se ha consumido antes con buena tolerancia, de lo contrario es mejor evitarlo.
– Un trozo de pan blanco, la idea es evitar los ricos en fibra solo por este día. Puede ser acompañado de mermelada light, si se incorporó azúcar a la infusión o jugo, o con quesillo o pasta de ave, fresca y sin mayonesa.
Almuerzo PSU
– Como base proteica del plato principal es recomendable un alimento blando. Si es carne, es preferible que sea de pollo.
– Como acompañamiento, nuevamente el carbohidrato recomendado es el arroz; puede ser primavera o perla, pero evitando los integrales (solo estos días). El plato además debe ser acompañado de verduras, que permiten aumentar la saciedad sin generar demasiados productos metabólicos que induzcan sueño, además de colaborar con la mantención de la glicemia a largo plazo. Las verduras mejor toleradas y más útiles para esta oportunidad son las lechugas y las zanahorias, las que acompañadas con un poco de palta generan un contexto nutricional ideal para influir positivamente en el comportamiento metabólico y la respuesta cognitiva.
– Como postre elegir un yogurt descremado.
Y si además de regalonear a tu hijo, cuidando y preparando su alimentación, dale ánimo regalándole una barra de chocolate de buena calidad, ya que éste podría convertirse en su mejor amigo al momento de rendir la PSU.
“El alimento estrella para la activación mental y el buen ánimo es el chocolate que contiene más de 65% de cacao, por su aporte de feniletilamina. Este debe ser consumido en cuotas pequeñas, para aprovechar sus bondades sin generar malestar. El ideal es 2 cuadraditos de chocolate cada 2 o 3 horas”, puntualiza.
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