“¿Los niños se enamoraran?”, no es de extraña que tras leer el título de esta nota te hayas hecho esta pregunta. Y es que cuando ya somos adultas, muchas veces nos olvidamos que alguna vez fuimos pequeñas y tuvimos un amor platónico que nos quitaba el sueño.
Pero claro, ahora que probablemente ya viviste la experiencia del primer amor, crees que lo anterior fue solo una fantasía, que no tiene nada que ver con lo que se considera como el amor verdadero.
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Sin embargo, debes saber que sí es posible que los pequeños puedan realmente enamorarse y sentir amor igual que los adultos. Así lo asegura Guila Sosman, piscóloga y docente de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico.
“Sí, es posible que los niños se enamoren desde muy pequeños. Desde preescolares, entre los 3 y 5 años, se ‘enamoran’ de sus padres, quieren pololear con el papá o la mamá, lo cual es completamente normal y parte del desarrollo psicosexual. Esto es lo que se conoce desde el psicoanálisis como complejo de Edipo, ya que cuando el niño se ‘enamora’ de su madre y compite con su padre, es cuando inicia el desarrollo de su identidad sexual. Por supuesto esto ocurre a nivel de la fantasía, pero se puede ver también en la conducta de los niños y niñas”, explica la especialista.
¿Cómo se vive el amor entre los más pequeños?
Según la especialista, el enamoramiento de un niño hacia una niña, también es un proceso completamente normal, porque no es igual al que siente un adulto, sino que es más ingenuo.
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“Al ingresar al colegio, desde pre-kinder, los niños comienzan a socializar con compañeras y compañeros y es posible que manifiesten que están enamorados de alguna compañerita. Este enamoramiento se caracteriza por una atracción del niño hacia una compañera, junto a la cual se siente nervioso, distinto y especial. Ahora bien, estos sentimientos se parecen a los de los adultos, pero sin el componente sexual, por lo que son relaciones no erotizadas e ingenuas, lo cual es fundamental que los adultos comprendamos”, aclara la psicóloga.
Qué deben hacer los padres
Guila dice que los padres pueden notar el enamoramiento de su hija(o) observando su comportamiento.
“Aunque cada niño o niña tiene características particulares y puede presentar conductas distintas, es probable que éste comience a hablar constantemente de una compañera, se sienta inquieto cuando está con ella, o quiere verla”, dice la docente de la Universidad del Pacífico.
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Y agrega que “es muy importante que los padres respeten y validen los sentimientos que muestra el chico, sin ridiculizarlos ni minimizarlos. También es importante que los padres estén atentos a la confidencialidad de estos temas, para no perder la confianza de su hijo ni transgredir sus espacios de intimidad”.
Lo que no se debe hacer
La psicóloga dice que este tipo de experiencias, que para muchos pueden parecer prematuras, son algo completamente normal y parte fundamental del desarrollo. Pero no le recomienda a los padres que comiencen a darles consejos de conquista u hablar sobre temas sexuales con los pequeños.
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“Los padres no deben erotizar ni ‘adultizar’ los comportamientos infantiles, sino que tratar el tema tomando en cuenta la edad del niño. No deben perder de vista que ‘enamorarse’ les enseña a los niños a establecer vínculos afectivos con sus pares, por lo que prohibir o significar esta experiencia como negativa, puede influir en cómo se relacionarán posteriormente cuando adultos”, asegura Sosman.
Cuándo encender las alarmas
La especialista advierte que “existen muchas situaciones que podrían ser riesgosas. Un ejemplo es cuando un niño establece una relación amorosa con alguien que tiene una importante diferencia de edad, es decir, que sea mayor en más de 5 años, por ejemplo. En estos casos el riesgo es que la persona mayor podría transgredir o vulnerar la inocencia del niño que tiene menos edad”.
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Sin embargo, existen algunas reglas generales que pueden disminuir la ocurrencia de situaciones complejas para el desarrollo de los niños. En este sentido, Guila Sosman dice que una buena comunicación entre padres e hijos, basada en la confianza y el respeto, siempre va a ayudar a que los menores busquen apoyo ante cualquier duda o problema.
“Si queremos cuidar a nuestros hijos, también es apropiado orientarlos e informarles acerca de temas relacionados con la sexualidad, junto con establecer límites claros, no impuestos de forma autoritaria ni tampoco con excesiva permisividad. El objetivo es que los padres y madres estén presentes en la vida de sus hijos, atentos a cualquier señal de problemas y ojalá manteniendo el equilibrio entre la protección y la facilitación de la autonomía e individuación”, finaliza Sosman.
Primer amor: Cinco consejos para sanar el corazón roto de tu hija(o) – Biut.cl
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