Ninguna mujer nace con un manual de cómo ser madre. Lo cierto es que todas aprendemos en el camino y cada una de las decisiones y acciones que tomamos tiene el propósito de dar lo mejor a nuestros hijos.
Sin embargo, existen diversos estilos a la hora criar y muchas veces tienen que ver con el tipo de personalidad de las madres. Las hay relajadas, estrictas o aprehensivas. ¿Con cuál te identificas?
A continuación te presentamos algunas descripciones y consejos del manual “Mamás perfectamente imperfectas”, de las escritoras Diana Guelar y Andre Jáuregui que fueron publicadas en el sitio ABC.es
Cinco tipos de madres
Madre controladora
Este tipo de madre se preocupa demasiado por sus hijos. Su manera de demostrar cariño es con la sobreprotección. Está obsesionada por el control y trata de solucionarlo todo siempre.
Se trata de una madre controladora, que revisa el computador de sus hijos para revisar qué es lo hacen y con quienes se comunican, tal como lo hizo Jennifer Garner en su papel de Patricia Beltmeyer en la película “Hombres, mujeres y niños”.
“Esta madre tiene que aprender a dejar un poco el control y a respetar la privacidad de sus hijos. Darles espacio para que se desarrollen y establecer tratos basados en la confianza mutua, en los que madre e hijo/a cedan cada uno un poco”, señalan.
Madre perfecta
Esta madre nos recuerda a Bree Van de Kamp de la serie “Desperate Housewives”: la casa está perfectamente ordenada y brillante, las horas de la comida parecen un buffet o siempre hay comida que parece recién sacada de un restaurant, ella misma está vestida con colores perfectamente combinados y su pelo y maquillaje siempre lucen impecables.
Además, quiere que sus hijos hagan todo sin errores. “Las mamás perfeccionistas deberían flexibilizar la mirada para contemplar a sus hijos como son, no como quisiéramos que fueran; respetar sus intereses, habilidades y limitaciones, tomando cada logro como un motivo de celebración y cada fracaso como una oportunidad para aprender a hacer las cosas de una manera diferente”.
Madre cómplice
Tal como la mamá de Regina George en “Mean Girls”, esta madre quiere parecerse a su hija, se introduce en su círculo de amigos, trata de aprender el estilo de ella y sus amigas y busca ser parte de la juventud.
Muchas madres así esperan que no hayan secretos entre sus hijos y ella, que las peleas o discusiones no existan, pero es normal que haya una cierta distancia entre madre e hijos.
“Esta mamá tiene que tomar conciencia de que los adolescentes necesitan compararse con un modelo distinto a ellos, más adulto, más sabio, capaz de guiarlos y protegerlos, que no es lo que obtienen cuando actuamos como sus pares”, explican en el sitio mencionado más arriba.
Madre afectuosa
En el sitio Hacerfamilia.com, la psicóloga Celia Rodríguez Ruiz explica que todas las madres son afectuosas con sus hijos, lo que es lo natural y sano para ellos y para madres. “Puede parecer que malcriamos al ser afectuosas, pero no hay que confundir el cariño, con la ausencia de limites o con la sobreprotección”, señala.
Madre que se apropia
Este tipo de madre es de las que se apropian de los problemas y situaciones de sus hijos. No existe algún límite entre ella y sus retoños. A veces puede llegar a ser molesto para los niños este tipo de situaciones, ya que son ellos los que deben sentir sus propias emociones y saber cómo resolver las situaciones que se presentan.
“La mamá “que se apropia” tiene que esforzarse por ser consciente de que no podemos evitar que nuestros hijos sufran ni que se equivoquen. Podemos estar ahí para ellos, interesándonos genuinamente por lo que les pasa, escucharlos y ayudarlos a identificar y tolerar sus emociones”.
Cuatro señales que avisan que te estás pareciendo a tu madre – Biut.cl
Desde chicas imitábamos a nuestras madres, poniéndonos su ropa y zapatos. Sin embargo, durante la adolescencia, nuestra rebeldía y ganas de independencia nos hicieron desafiarlas constantemente, por lo que juramos que jamás seríamos como ellas. No obstante, siempre hay un minuto en la vida en que nos encontramos repitiendo algunas de sus frases o actuando con una preocupación desmezurada que antes no entendíamos.
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