Las temidas pataletas son episodios que no se desean ni al peor de los enemigos. Sin embargo, es de vital importancia entender que durante los primeros años de infancia, los niños están aprendiendo a controlar sus emociones y en ningún caso estos episodios de furia y llanto descontrolado, tienen por objetivo molestarnos o intentar manipularnos.
Varinia Signorelli, psicóloga infanto juvenil, explica en el sitio de maternidad Supermadre.net, que “una de las razones por la cual los niños necesitan manifestar la rabia con berrinches es que no saben cómo explicar lo que les pasa, carecen de palabras o, muchas veces, no saben cómo es que se llama aquello que sienten. Solamente aparece displacer en el cuerpo, cortisol en el cerebro (la hormona del estrés) y ellos quieren librarse de esta sensación. Entonces ponen al servicio de sentirse mejor todo lo que tienen a mano, casi siempre es su cuerpo, entonces lo manifiestan con el cuerpo: se tiran al suelo, lloran, le pegan a las paredes, etc”.
Y agrega que “si entendemos los berrinches como normales y tratamos con cariño a los niños, aún en este momento en el que dan ganas de enojarse también, si somos capaces de poner palabras a lo que están sintiendo (“estas enojado porque no quise comprarte el dulce, te acompañaré acá hasta que se te pase la pena”) entonces los niños aprenderán a simbolizar y a decir lo que les pasa. Por lo tanto las pataletas van a ir en extinción”.
Cómo funciona el Frasco de la calma
¿Cómo ayudamos a los niños a calmarse sin castigos, amenazas ni gritos? El método Montessori cuenta con una herramienta que puede ayudar con esta tarea. Se trata del “Frasco de la calma”.
Según explica Elena Merina, experta en esta metodología, en su sito Elmetodomontessori.com, “el funcionamiento del frasco de la calma es sencillo, el niño agitará el frasco y se concentrará en el movimiento del líquido que contiene, el cual es muy llamativo y atrayente para el. El permanecer concentrado en esos movimientos ayudará al niño a que baje sus pulsaciones y se vaya tranquilizando poco a poco”, asegura la especialista.
¿Cómo hacer un frasco de la calma?
Para comenzar, Merina explica que es necesario reunir los siguientes materiales:
– Un frasco de plástico. (Para evitar que se rompa en caso que el niño lo tire al suelo).
– Brillantina
– Pegamento líquido transparente
– Agua caliente
La especialista detalla en el video a continuación el paso a paso para hacer en casa el “Frasco de la calma”. ¡Toma nota!
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