Siempre la vimos despampanante y con poca ropa. Luciana Salazar se graduó de chica hot hace algunos años cuando, por ejemplo, llegó a la gala de Viña mostrando sus voluptuosas curvas.
Sin embargo, hoy la trasandina vive una realidad completamente distinta, enfocada en la maternidad de la pequeña Matilda.
La pequeña nació gracias a un vientre de alquiler debido a que la blonda no podía quedar embarazada por sufrir una enfermedad llamada trombofilia, que afecta a la coagulación. Según explicaron a comienzos de este año en una publicación de La Nación de Argentina, Luciana congeló sus óvulos en 2016 para fertilizarlos con ayuda de un donante. En 2017, según explican en el mismo medio, transfirieron un embrión fecundado a un vientre de alquiler. El procedimiento fue realizado en EEUU.
Tras el nacimiento, Matilda se ha convertido en sus ojos, costándole incluso una relación de siete años que mantenía con el economista Martín Redrado.
“Ser madre soltera es duro, no tan fácil”, contó Salazar a Las Últimas Noticias, agregando que “es difícil porque todo recae en vos, toda la responsabilidad es de una”.
La showoman confesó que su bebé “me tiene loca de amor” y que, respecto a su maternidad, “no me importa lo que piense la gente. Es algo que yo quería”.
En cuanto a cómo es como mamá, la argentina aseguró que “pensé que iba a ser mucho más insoportable, que me iba a dar miedo todo, pero aprendí a relajarme”.
Eso sí, reconoció que “soy muy obsesiva con el tema de la limpieza y los microbios. Pero la quiero hacer valiente, no estoy tan encima ni sobreprotegiéndola todo el tiempo”.
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