Por años el “andador” ha tenido un papel protragónico para estimular los primeros pasos de los bebés. Sin embargo, hace un tiempo está en la mira de varios especialistas.
La Escuela de Medicina de Harvard realizó un estudio sobre los riesgos de usar este artefacto y llegaron a la conclusión de que es mejor evitar su uso por los accidentes que este provoca en los menores.
Según la investigación publicada en la revista Pediatrics, 230 mil bebés estadounidenses menores de 15 meses, dieron a parar en urgencias por sufrir lesiones o heridas graves producidas por el andador entre 1990 y 2014.
Ante esto, el médico cirujano y exjefe de pediatría del hospital El Pino, Mauricio Muñoz, señaló que este aparato es dañino por los accidentes que provoca, no porque pueda producir problemas en el caminar de los menores o en la pelvis, que es lo que muchos creen. “El tema son los accidentes. No generan problemas en la columna, porque ellos caminan en puntas y con el tiempo eso se supera, en dos meses aproximadamente. El real conflicto son los accidentes, las caídas por las escaleras, los golpes contra las paredes, cuando se caen objetos, entre otros”.
El especialista agregó que está comprobado que los hijos de padres más preocupados y protectores por el uso del andador, son los que más accidentes sufren porque “están tan pendientes que después de un tiempo ven que sus hijos están felices con el aparato, confían y ahí es justamente donde ocurren los problemas”.
Es por esto que los expertos recomiendan reemplazarlo por un centro de entretenciones, lo que deja demostrado que el producto en sí no es el conflicto, sino los accidentes que provocan aquellos que tienen ruedas. Esto se debe a que los niños logran una “velocidad tremenda”, señaló Muñoz.
Por otro lado, el Asesor de Seguridad Víal del Departamento de Ciclo Vital, Doctor Sergio Rendich, enfatiza en que “los andadores aumentan el rango de movilidad del niño y expone a los más pequeños a que tengan movilidad aumentada y salgan de su radio (a esa edad es aproximadamente de 50 centímetros) y en ese rango quedan expuestos a accidentes. Entonces, por qué voy a tener un objeto que no estimula la movilidad del niño, porque no lo hace y más encima los expone a riesgo de accidente alto. Uno corre el riesgo cuando hay un beneficio, pero con este objeto no lo hay”.
Hace cinco años que los pediatras chilenos están combatiendo el uso de este producto. Incluso, países como Canadá ya prohibieron la venta de este artículo, al igual que algunos lugares de Estados Unidos y en casi todos los países de Europa, mientras que otros se encuentran discutiendo su comercialización.
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