Todo indica que los chilenos aún no hemos internalizado la importancia de adquirir conductas seguras al momento de trasladar a niños menores de edad en un automóvil.
Según datos de la Conaset, durante 2018 se cursaron más de ocho mil 500 infracciones a conductores que transportaban a niños sin usar ningún sistema de retención infantil, y más de mil 900 multas por trasladarlos en el asiento delantero.
Esto pese a que, desde 2017, el uso de estos dispositivos es obligatorio por ley para los menores de 9 años, así como la prohibición de viajar en el asiento delantero para todos los menores de 12 años.
Y lo que es peor, según el último estudio de Automóvil Club de Chile, el 80% de los conductores reconoce “sacrificar” la silla de seguridad de su hijo para darle espacio a un familiar u otro adulto en verano, y el 84% no duda en descartarla cuando el vehículo está en su máxima capacidad. Mientras que en Chile, solo el 48% de los padres reconoce usar estos equipos de seguridad para el traslado seguro de menores.
El riesgo de una silla mal instalada
Un alto porcentaje de los accidentes de tránsito en los que los menores resultan lesionados a pesar de utilizar una silla, es la mala instalación de esta, como fue el caso de menor que cayó desde el interior de un automóvil en movimiento, sentado en su silla de autos, durante una maniobra de viraje, que su madre no notó y que afortunadamente resultó sin ninguna lesión.
Por ello, es fundamental que los padres se instruyan o busquen apoyo especializado para ello.
Desde 2017 todos los autos nuevos que ingresan a Chile deben integrar en sus carrocerías los sistemas de anclaje Isofix o Latch para la correcta y segura instalación de los sistemas de retención infantil. Con ellos, la silla se “engancha” al automóvil, lo que permite que la fuerza del impacto, en un posible accidente vial, se distribuya hacia todo el vehículo, disminuyendo el impacto sobre la silla y, por ende, sobre el niño.
Un complemento a estos sistemas de anclaje al automóvil es la llamada “pata de apoyo” regulable en altura. Este sistema evita la rotación de la silla en caso de un siniestro vial y es capaz de absorber la fuerza de una colisión frontal, proporcionando una mayor estabilidad del menor durante el viaje y reduce significativamente el riesgo de una mala instalación.
Otro elemento innovador en materia de seguridad es la protección lineal telescópica en impactos laterales, que en conjunto con el protector de cabeza y hombros de la silla, mejora la seguridad del niño al reducir entre un 15% y un 80% la energía cinética que llega al menor, desviándola desde el habitáculo hacia la parte trasera de la silla.
No más niños olvidados al interior de los autos
La tecnología SensorSafe permite informar a los padres si su hijo se quedó solo en el auto, si existen cambios de temperatura que los aquejen en sus viajes o si se desabrocharon el arnés de seguridad durante los traslados. Los modelos de sillas con esta tecnología están siendo homologados por el Ministerio de Transportes para que sean comercializadas en el mercado chileno a partir de este año.
El dispositivo, incorporado al arnés de las sillas, permite sincronizarlo con la computadora del automóvil, por medio de la conexión OBD, y al teléfono inteligente del adulto para así monitorear al niño durante todo el trayecto, incluso cuando el motor está apagado.
Al momento de estar el vehículo detenido, esta tecnología emite otro sonido para informar que el menor aún permanece en el asiento trasero. Si el adulto no oye el sonido de la señal, pasados algunos segundos le llega un mensaje de alerta a su celular para informarle que el niño sigue en su interior. Si no se toman medidas inmediatas, la aplicación móvil envía mensajes de alerta a los contactos de emergencia registrados, con la última ubicación emanada por el GPS del vehículo.
Según Paula Deimel, Brand Manager de Cybex en Chile “esta tecnología no reemplaza la responsabilidad que tienen los padres con el cuidado de los hijos, pero sí está pensada para minimizar los riesgos a los que pueden verse expuestos los menores al interior del automóvil”.
En qué fijarse a la hora de adquirir una silla de seguridad:
– Validar la talla del menor para elegir una silla adecuada.
– Informarse de los parámetros de seguridad que pueden hacer una gran diferencia a la hora de un accidente, como la contramarcha hasta al menos los 2 años de edad (ojalá 4), la pata de apoyo, el isofix, o la protección lateral que brinda una butaca en vez de un alzador.
– Validar que la silla esté acreditada en Chile, revisando el sello amarillo y que esté publicada en la web de la Comisión Nacional de Seguridad y Tránsito (CONASET).
– Revisar si las opciones existentes cuentan con alguna valoración de seguridad que entregan las instituciones independientes.
– Revisar el manual de instrucciones y validar que la silla esté correctamente instalada. Hay tiendas con personal capacitado para instalar sillas de auto, o se pueden revisar tutoriales oficiales en internet.
– Las sillas de niños tienen fecha vencimiento y no se heredan, pues el uso, la exposición al sol y medio ambiente en general, las van desgastando. Y debe ser reemplazada si se ha visto involucrada en un siniestro vial fuerte. Para las sillas usadas a la venta, no hay cómo validar si han estado sometida a un choque fuerte.
– Si piensa comprar un vehículo nuevo o usado, privilegie la tecnología Isofix o Latch que brindan mayor protección a los menores en caso de accidentes frontales, laterales o traseros.
– No realice intervenciones caseras, utilice solamente las piezas entregadas por el fabricante de la silla.
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