Por estos días, Evópoli lanzó la campaña “Elige Incluir”, la cual consiste en abrir posibilidades y aceptar a personas con capacidades intelectuales y físicas distintas.
En el marco de esa campaña, el diputado Luciano Cruz-Coke habló con LUN sobre su hija con síndrome de Down, y cómo la pequeña ha cambiado su vida y sus pensamientos.
“Para nosotros fue una sorpresa que Alicia naciera con síndrome de down, nos enteramos en el parto. Uno siempre está esperando que las cosas no se salgan de la norma y, cuando no es así, uno siente mucho temor por lo desconocido”, comenzó diciendo el político.
Sus otros hijos lo aceptaron de inmediato, cuenta Cruz Coke, añadiendo que “lo asimilaron con una naturalidad absoluta y ahí nos dimos cuenta con Javiera (su esposa) de que todos los prejuicios que uno tiene no deberían estar presentes”.
A pesar de que el diputado ya había sido padre anteriormente, esta nueva responsabilidad es nueva para él. En ese sentido cuenta que “además de dedicarle más tiempo particular a ella, la familia comenzó a volverse ‘Aliciocéntrica’, en el sentido de que todos se esfuerzan por darle mayores posibilidades de inclusión. Por otra parte, con Javiera hemos leído hasta lo que se está por publicar respecto a cómo ayudarla a salir adelante”.
En cuanto a las dificultades que se han presentado en esta nueva paternidad, el jefe de bancada de diputados de Evópoli señala que ha sido “principalmente el aprendizaje, porque es más lento, entonces, hay que ser más repetitivo, ilustrativo y didáctico para que puedan retener la información”.
Sin embargo, el nuevo padre señala que los niños con Síndrome de Down “son muy disciplinados y responsables: les gusta la rutina y que las cosas tengan cierto orden. Al final, esto es una experiencia que los padres viven de forma particular, pero cuando uno se coordina con otras familias para compartir experiencias, se alivia harto la carga”.
Y a raíz de esto, hace dos semanas presentó un proyecto de ley de “capacidad jurídica para personas con discapacidad”, porque “nos dimos cuenta de que la forma en que ciertas leyes abordan la relación con personas con discapacidad intelectual está un poco obsoleta: habla de locos, dementes, incapaces y asimila la incapacidad intelectual con una incapacidad jurídica total”, finaliza.
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