Por el lado fisiológico hay efectos que no podemos controlar, pero según una especialista, todo está en cómo vemos y vivimos nuestra sexualidad a lo largo de la vida.
¿Por qué cuesta imaginarse a una pareja de abuelitos teniendo una vida sexual activa? Verónica Ríos, psicóloga de la Universidad San Sebastián, es clara al responder esta pregunta. “Además de las cosas biológicas que sucede en nuestro cuerpo, está la dimensión que opera con prejuicios sobre ‘los viejos’. Es una manera de pensar que el viejo y las mujeres fueran asexuados, como que los viejos no tienen sexualidad ni derecho al disfrute”. Para la especialista, el problema es que “este es un prejuicio que llevamos y al cruzarse con aspectos fisiológicas la verdad es que puede producir una menor calidad de vida en el disfrute sexual. Es como una autocensura…”.
Para la psicóloga, existe otra variable en donde influyen diferentes patrones de conductas. “Por ejemplo, influyen patrones de las conductas sexuales que has tenido durante toda tu vida, tienen que ver aspectos que tienen que ver con costumbres socioculturales, con legados de familia, con un enfrentamiento a la sexualidad específico y con un aprendizaje de cómo enfrentas la sexualidad es más o menos liberal”. Así, podemos concluir que nuestras ganas de tener relaciones cuando pasemos la barrera de los 65 años depende en gran parte de cómo vivimos ahora nuestra sexualidad… Da para pensar.
El factor que no podemos detener
Si bien el lado psicológico depende de nosotras, existe un factor biológico que lamentablemente no podemos controlar. Está claro que después de la menopausia el cuerpo de la mujer sufre cambios hormonales tremendos que están directamente ligados con el deseo sexual. Para el ginecólogo Dr. Luis Cuitiño, Jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Universidad San Sebastián, la duración del deseo sexual es variable de una mujer a otra. De hecho, es claro en señalar que “quien comanda el deseo sexual, quien comanda la libido, quien comanda la imaginación sexual, todo, es una hormona: los andrógenos“. Teniendo esto en cuenta, explica que después de la que la mujer entró a la menopausia “comienzan a disminuir los niveles de andrógenos en el organismo y por lo tanto todo lo que tiene que ver con el deseo sexual, con la libido, con la imaginación, con los sueños oníricos comienza a disminuir. Indudablemente que hay excepciones”.
El Dr. Cuitiño asegura que toda mujer debe saber que hay dos factores que influyen directamente en su vida sexual. “Uno es el factor de producción de estrógeno que lo producen los ovarios, que también llegada la menopausia comienzan a declinar. Y lo otro es la producción de andrógeno -también producidos por los ovarios-; se suman los dos y obviamente todo lo que es el tracto ginecológico empieza a perder toda su tonicidad, su lubricación, el acto sexual comienza a hacerse doloroso y a todo esto se suma la disminución del deseo sexual”. Por esta razón, es directo en decir que “la pareja entra rápidamente en problemas, porque el marido le va a exigir y ella le va a sacar la vuelta y con razón. No tiene gracia un acto sexual que sea doloroso para la mujer”.
Teniendo en cuenta estos antecedentes, ¿crees que tu actual nivel de desarrollo sexual puede ayudarte a disfrutar más cuando seas mayor? Si es que no es así, creo que es el minuto de relajarse y aprender a aprovechar las cosas simples de la vida ¿Cierto?
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