Más allá de la relajación que se experimenta, besarse por un par de minutos puede hacernos bajar hasta 15 calorías y en el caso de los hombres, si la acción labial ocurre en la mañana, pueden llegar a ser más longevos y sufrir menos enfermedades.
Después de siglos de exploración en pareja, ha quedado demostrado que todos los tipos de besos producen efectos sobre la salud. Si bien ambas partes experimentan satisfacción, esta vez los médicos han sido enfáticos en describir más beneficios, hasta ahora desconocidos.
A los más comunes como el estrés, el relajo de músculos y curación de estados como la depresión, hoy se suman la pérdida de peso. Un reciente estudio científico comprobó que los besos tienen varias cualidades medicinales entre las que están la regulación de los niveles de glucosa en la sangre y la pérdida de peso. Un beso de unos tres minutos puede hacer perder hasta 15 calorías. Y la razón médica de esta teoría está avalada por un estudio del Instituto Kinsey para la investigación del Sexo, el Género y la Reproducción indicó que cinco de los doce nervios craneales que influyen en las funciones cerebrales intervienen al dar un beso. Incluso a través de ellos se pueden captar detalles tan específicos de la otra persona como el olor y la tempratura corporal.
Pero esto no es todo. En el caso de los hombres, según corfirmó la Universidad canadiense de Wilfrid Laurier, besar en horas matutinas podría ayudarlos a vivir más, perder menos jornadas laborales a causa de enfermedades y evitar accidentes de tránsito ¡dejando porsupuesto en evidencia el poder de un beso femenino!
A su vez, ellos también provocan grandes estímulos en la mujer, pues la saliva masculina contiene un alto índice de testosterona, hormona que tiene repercusión directa en el deseo sexual femenino con un sólo consejo entregado por los especialistas: El beso debe ser sí o sí apasionado.
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