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Embarazo sorpresa: ¿Y ahora qué hago?

Por Constanza Cortés /@lavecinacortes

Saber que serás madre cuando aún estás estudiando en la universidad o cuando recién empiezas a disfrutar de los privilegios que te da el mundo laboral, puede ser una situación complicada. Por eso aquí te damos algunos consejos que te pueden guiar si es que estás pasando por esto.

“Yo siempre he sido gordita y nunca he tenido un cambio muy grande en mi físico, por eso nunca me preocupé mucho. Además yo pensaba que me estaba llegando la regla de forma normal, pero en realidad estaba teniendo una pérdida”, cuenta Ximena, una estudiante de kinesiología, que hace cuatro años supo que estaba embarazada, sin haberlo planeado.

Si bien en Chile no hay cifras exactas sobre los embarazos no deseados en mujeres adultas, según estimaciones del Ministerio de Salud, al año se registran cerca de 120.000 abortos inducidos, debido a esto. Las razones de esta decisión, muchas veces se deben a la falta de apoyo que reciben la chicas, por el miedo a la reacción que tendrá la familia o también para cuidar su situación laboral. Pero, ¿que harías tú si te enteras de que esperas un hijo, sin planearlo?

Principales miedos que llegan con la noticia

El hijo de Ximena ya entró al jardín y a ella le queda poco tiempo para terminar sus estudios en la universidad. Sin embargo, recuerda que cuando supo que sería mamá “los ojos se me llenaron de lágrimas, quedé como en shock y vi mi vida coartada cuando me dijeron que tenía dos meses de embarazo. En realidad tenía miedo, porque no sabía qué hacer, estaba pololeando, pero nunca planeé esto. Aparte estaba en la mitad de la carrera, entonces pensé altiro que iba a tener que congelar”, recuerda Ximena.

Según la psicóloga de la Clínica Vespucio, Jéssica Piña, los principales miedos con los que se enfrenta una mujer que no tiene planeado quedar embarazada, tienen que ver con sus responsabilidades laborales y a nivel social: “la sensación de incapacidad para sobrellevar la función maternal, porque al no tenerlo planeado no existe la percepción del ‘yo puedo ser madre’, las mujeres se ven enfrentadas a muchos pensamientos de inseguridad, de cómo sobrellevar el trabajo, las posibilidades de surgir en la vida, y la sensación de que con un hijo todo se hace más difícil porque ya no está sola, genera mucha angustia y muchas preguntas”, explica la especialista.

 

“Yo puedo sola”

Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y que fue publicado en 2008, en Chile, seis de cada diez mujeres que fueron mandres en 2005 eran solteras y la mayoría de ellas tenía entre 20 y 24 años.  Este desgloce muestra que en la actualidad el estar en pareja no es una condición que las mujeres busquen para ser madres, aunque muchas preferirían el apoyo del padre de su hijo.

“Para mí fue terrible cuando supe, porque había terminado con mi pololo hace dos meses. Yo me iba a ir al extranjero a trabajar y hace mucho que no sabía de él. Aparte el fin de la relación fue bien mala. O sea, imagina con qué cara le iba a decir que iba a ser papá, si lo había pateado por privilegiar mi desarrollo laboral, porque me habían ofrecido una pega muy buena que me iba a dar estabilidad”, cuenta Bárbara, una ingeniera que hoy vive en Brasil, junto a su pequeño hijo Martín.

Jéssica Piña explica que cuando las mujeres quedan sin pareja, ” la sensación de soledad es inminente y contribuye de manera importante a las dudas de lo que vendrá en el futuro y es probable que ante cualquier escenario, nos encontremos con posibilidades de depresión post parto y mucho miedo irracional durante el embarazo”.

Consejos para aceptar la “sorpresa”

“Cuando me hicieron la primera ecografía y sentí los latidos, recién me di cuenta de que esperaba un hijo y al fin me sentí mamá. Antes nunca imaginé que podría asumir una responsabilidad así, pero lo hice y no me arrepiento”, cuenta Ximena, la estudiante de kinesiólogía que decidió tener a su hijo, pese a que en ese momento no era independiente económicamente, ni estaba casada.

El proceso de aceptación de este “nuevo estado”, siempre será diferente para cada mujer, pues todas tienen ocupaciones y responsabilidades distintas. Por ejemplo, si una dueña de casa que acaba de tener un hijo,  queda embarazada, también tendrá que vivir un periodo de asimilación; deberá pensar en los cambios que vivirá su cuerpo nuevamente, en los reajustes que tendrá la organización de su hogar, pues no podrá hacer las mismas cosas porque estará al cuidado del recién nacido y además de su embarazo. Lo mismo pasaría con una mujer que trabaja en una empresa, pero de forma distinta; tendría que pensar en el pre y el posnatal, en cómo realizará sus labores en el trabajo, etc.

Por eso cuando se pasa por un momento tan estresante, la psicóloga Jéssica Piña, cuenta que hay diversas formas para que una mujer tome conciencia de su nuevo estado:

-Si la joven se siente desamparada y no sabe qué hacer, una buena forma de sobrellevar esto es escuchando las experiencias de otras mujeres.

-Es necesario que la chica aprenda a sentir como madre y que se empodere de ese rol.

-En el caso de que las dudas y la angustia persistan, es conveniente que la joven busque orientación profesional para enfrentar los miedos. Esto le ayudará a desarrollarse en su entorno familiar y social.

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