Un estudio científico de la Universidad de Dresden (EEUU) develó que no tener bien desarrollado este sentido puede incidir en la falta de encuentros sexuales de los hombres, pues provoca inseguridad y un estado de ánimo más depresivo. Esta carencia sensitiva no afectó a las mujeres.
Oler un café caliente en la mañana, la carne de un asado a muchas cuadras o el pasto recién cortado son algunas de los aromas que a las personas más les guta sentir, porque evocan recuerdos que hacen que la vida sea un poco más simple. Sin embargo hay gente que no tiene esa capacidad, ya sea porque sufren alguna enfermedad pasajera, como un resfrío, o algún mal crónico que se conoce como anosmia.
En Estados Unidos, la pérdida del olfato afecta a cerca de dos millones de personas y según un equipo de la Universidad de Dresden, además de quitar la posibilidad de sentir olores esenciales para nuestra vida, también afecta la vida sexual de las personas y sobre todo la de los hombres, quienes tienen hasta cinco veces menos encuentros que aquellos que sí huelen bien.
El estudio hecho por los científicos de esta casa de estudios -en el que participaron 32 personas, de las cuales 22 eran mujeres y 10 hombres-, detectó que que sentir y distinguir los olores le da más seguridad a la personas y además mejora su estado anímico.
¿MUJERES A PRUEBA DE BALAS?
En el caso de las mujeres, la falta de olfato no fue trascendental al momento de tener relaciones sexuales, pues tuvieron casi la misma frecuencia sexual que aquellas que tenían este sentido a la perfección.
Sin embargo, el experimento develó que existen olores específicos que las mujeres asocian con “estar en una relación”, por lo que esto explicaría que las chicas sin olfato se sientan desconfiadas al carecer de una “señal” que las haga ver como que están con alguien.
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