Cuando una mujer está embarazada sufre una serie de cambios tanto físicos como hormonales. Además los cambios que se producen en la estructura de la pareja pueden ser varios. Recuperar la sexualidad es muchas veces un tema para quienes acaban de ser madres, pues además del evidente cambio hormonal sentimos una preocupación incluso exagerada hacía nuestro hijo, dejando de lado a nuestra pareja.
Esperamos nueves meses la llegada de un hijo, un momento de ansiedad y que nos genera altas expectativas. Estando los tres en la casa el panorama será distinto y nuestras actividades se irán configurando de forma totalmente diferente. Los cambios hormonales y de rutina pueden hacer que tu sexualidad se vea interferida y queremos contribuir a que eso no pase. Para resolver tus dudas conversamos con la sexóloga Constanza del Rosario y nos explicó las medidas que deben ser tomadas por la pareja para no descuidar su relación.
Recuperación del parto
La recuperación física después del parto tarda entre cuatro a seis semanas, sin embargo la disposición biológica y emocional puede tardar mucho más. La sexóloga Constanza del Rosario comenta respecto al tema que: “Hay factores biográficos que facilitaran o que retrasarán esta ´vuelta a las canchas`, tales como la educación sexual recibida, el estado de la relación de la pareja y los estilos de apego que adopte la madre. A las más sobreprotectoras les costará más. Los tiempos varían de mujer a mujer, pero una vida sexual relativamente normal es esperable hacia el año, cuando el hijo ya es más autónomo”.
Cambios hormonales
Los cambios en el deseo sexual existirán de todas formas, pero la sexóloga nos advierte que “Si bien el deseo se verá inevitablemente inhibido eso no significa que no podamos excitarnos, por lo cual lo primero es comprender que el no tener ganas no impide una vez que comenzamos con caricias, besos y toque sexuales podamos excitarnos, por ende no se cierren la entrada al contacto afectivo y sexual con sus parejas”.
Esta puede ser una buena época para explotar la sensualidad, puedes activarla por ejemplo por medio de masajes, caricias y besos en un ambiente confortante de cariño y compañerismo. “Es central tener presente que sexo no es sólo penetración, que podemos compartirnos de distintas formas y que en ocasiones una buena sesión de caricias puede ser una experiencia sexual en sí, también es fundamental el uso de lubricante, pues la hormona prolactina inhibe la lubricación natural. Es indispensable también programar espacios semanales para que la pareja comparta íntimamente sin bebé de por medio”.
Amo a mi hijo
Con el parto no sólo hay cambios a nivel hormonal sino que también estructurales del cerebro, los que hacen que las mujeres caigamos en un estado de enamoramiento con nuestro hijo, perdiendo la cabeza por éste. Durante el periodo de lactancia muchas mujeres se sienten incomodas con sus pechos, por los cambios físicos y de sensibilidad que estos sufren. La experta nos contó que: “Algunas mujeres incluso sienten que sus pechos son del bebé y que sería inadecuado que fueran tocados por su pareja”.
Es importante que los padres sepan que para potenciar su intimidad los especialistas recomiendan que las guaguas salgan de su cuarto a partir de los 6 meses, esto para que los pequeños comiencen a desarrollar su autonomía y para permitir el libre desarrollo de la sexualidad de los adultos. “Los padres muchas veces están preocupados de ser vistos o escuchados por sus pequeños y creen que los traumarán. Son estas preocupaciones las que terminan inhibiendo la respuesta sexual, especialmente la femenina, cuando tienen a su bebé en el dormitorio se le hace más difícil por un momento con el rol de mamá para conectarse con la mujer-pareja, sus deseos y necesidades de contacto sexual.
“Muchos padres tienen a sus hijos cerca porque es más cómodo estar pendientes de ellos cuando están en el dormitorio, la solución es organizarse para levantarse a verlo, teniendo en cuenta que el beneficio a largo plazo es una vida sexual plena e hijos más maduros emocionalmente”, comenta Constanza del Rosario.
Nuestra pareja nos debe ayudar
Muchas veces al tener un hijo dejamos a nuestras parejas en segundo lugar, lo que molesta a ellos y genera culpa en nosotras. “Si los hombres se involucran más en la crianza al oler a su bebé, las feromonas que éste arroja hará que calme el deseo sexual de éste y que pueda ser más comprensivo con la situación de su pareja. Además si la madre tiene más tiempo para descansar estará más dispuesta a tener relaciones. Por otra parte las mujeres tenemos que comprender que es necesario hacer un esfuerzo por dar espacio y cabida a nuestra pareja, que nuestra tendencia será el de anularlo y que desafiando a nuestra biología debemos darnos tiempos para compartir emocional y físicamente con éste, fomentando la comunicación y el trabajo en equipo”, sugiere la experta en temas de sexualidad.
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