Cuando llega el primer hijo, la dinámica de la pareja cambia. La mujer siente que su cuerpo no es el mismo, y no está tan conforme con él, pero además, la mayor parte de su atención está centrada en el recién nacido, lo que hace que su pareja se sienta un poco abandonada.
Esto, por supuesto, trae repercusiones en la vida sexual de la pareja, lo que en muchos casos lleva a un distanciamiento y a un enfriamiento de la relación.
El sitio web de El Mundo comparte siete recomendaciones prácticas para que los padres primerizos recuperen su vida sexual.
1. Está bien permitir una desaceleración en la vida sexual, pero no hay que dejar que ésta se congele por completo. La vida sexual debe ser una prioridad en la vida de la pareja, aunque no todas terminen en la penetración.
2. Tras el nacimiento de un hijo, hay que enfocar la sexualidad en el disfrute en pareja y no en el desempeño sexual.
3. Hay que considerar dos máximas: cualquiera de los dos puede expresar su deseo sexual cuando quiera, y cualquiera puede negarse a tener relaciones porque en ese momento no quiere. Hay que aclarar que no querer tener sexo no significa no desear al otro.
4. La sexualidad menor es fundamental: nunca dejar de decirse piropos ni de acariciarse. Es importante mantener el erotismo, añadiendo, por ejemplo, duchas en pareja.
5. La vida sexual debe ser parte de las conversaciones cotidianas en pareja.
6. Que el sentido del humor y la afectividad se mantenga a diario.
7. Lo principal es la estimulación constante, agregar factores sorpresa, mensajes “hot”, piropos, etc.
¿Te gustan estos consejos? ¿Cuál crees que es la principal dificulad que encuentras las parejas tras el nacimiento del primer hijo?
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