Hoy es el Día Internacional de la Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina. Si hablamos con nuestras amigas, podríamos ver que la mayoría de los problemas de las mujeres están relacionados con su vida en pareja, su trabajo o cómo vive la maternidad y el embarazo.
Somos, dentro de todo, libres de escoger con quien estamos y qué hacemos con ellos, y existen los medios educativos para aprender sobre nuestros derechos sexuales y sobre cómo cuidarnos de enfermedades. Sabemos que tenemos derecho a decir que “no”.
Pero alrededor del mundo, hay cerca de 140 millones de mujeres y niñas que sufren las consecuencias de haber sido sometidas a la Mutilación Genital Femenina (MGF), un procedimiento en el que, sin grandes cuidados sanitarios (y para qué mencionar la anestesia), se remueven, en forma total o parcial, los genitales externos de las niñas.
La mayoría de los casos ocurren en Africa, pero no todos. Según el medio español El Mundo, en España han incrementado en un 61% los casos de niñas y jóvenes con riesgo de padecer MGF y hay casi 17 mil menores de 15 años en esa situación.
¿Por qué se practica la MGF?
Según el sitio web de Unicef, existen varios factores que llevan a este procedimiento.
1. Para controlar la sexualidad femenina.
2. Como rito de iniciación a la edad adulta y para mantener la cohesión social.
3. Porque muchas personas creen que los genitales femeninos son sucios y antiestéticos.
4. Porque creen que aumentará la fertilidad y facilitará el parto
5. Por fines religiosos, como parte de un ritual.
En una sesión de TED Talk, la profesora keniata Kakenya Ntaiya relata cómo fue su mutilación, describiendo el cuchillo oxidado y la precariedad con la que fue sometida a este proceso, que la dejó sangrando e incluso le provocó un desmayo.
Ntaiya logró ir a estudiar a Estados Unidos, donde aprendió que la Mutilación Genital Femenina es ilegal, y que ella tiene derechos y no solo obligaciones para con su comunidad. Similar es el caso de Janet Naningoi, una keniata que desde España lucha contra esta práctica.
Quizás, la única forma de eliminar la MGF sea esa, que mujeres que viven en comunidades donde esto se considera normal, salgan al mundo y descubran que sí tienen opciones, y que lleguen con estos conocimientos nuevos a su tierra, para explicárselos a las otras niñas y jóvenes que se sienten obligadas a pasar por esto.
Ninguno de estos datos es nuevo, y no estamos dando cuenta de nada que nunca hayas oído o leído. Pero es importante que este tema esté presente en la agenda, ligado a los derechos de las mujeres, particularmente a los derechos sexuales.
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