Hay pocas cosas tan lindas como sentir amor y estar enamorados. La vida te sonríe, constantemente, tienes a alguien en mente y te preocupas de él, de la misma forma en que él se preocupa de ti. Lamentablemente, la mente es tan poderosa que, en ocasiones, este amor se puede convertir en obsesión, de tal forma que el interés cambia de romántico a obsesivo, y lo que comenzó como sana preocupación por el otro, se convierte en una necesidad por saberlo todo.
Las personas obsesivas con su pareja, van adquiriendo actitudes y formas de pensar y sentir distintas, que no eran comunes en su relación. Aquí te contamos un poco más sobre cómo identificar a estas personas.
1. Son celosos y posesivos. La persona obsesionada se vuelve posesiva y celosa de su pareja, y por ende es muy inseguro y dependiente de ésta. Por lo general, en estos casos la relación solo tiene momentos alegres al comienzo, y más adelante comienza a deteriorarse y se vuelve tormentosa.
2. Son exigentes. Estas personas son tan obsesivas que trabajan y se exigen el doble para poder lograr lo mejor para la pareja. Cuando algo que planeaban no les resulta como ellas querían, el sentimiento de angustia es inmediato. Esto, en varios casos les provoca depresión, estrés y cansancio extremo.
3. No ven la realidad. Quien es obsesivo con la relación y con su pareja, está más enamorado de la “idea de amor”, es decir, están más pendientes de este concepto que de su pareja. Estas personas no ven la realidad tal cual es y fantasean con cosas que quizá, jamás llegarán a pasar.
4. No pueden estar solas. En el caso de que hayan terminado con su pareja, se sienten traumados por haber quedados “solos”, lo que rápidamente hace que busquen a otra pareja. En estos casos, no son para nada selectivos, ya que lo que les importa es tener a alguien, no les importa mucho cómo sean. En otros casos, no pueden aceptar que su pareja los haya abandonado, por lo que intentarán de mil formas retomar la relación.
5. Esperan que la pareja esté 100% a su disposición. Para una persona obsesiva con su relación, no puede haber minuto en el día en que su pareja no esté pendiente de ellos. Por eso, mandan mensajes y llaman constantemente, preguntando dónde están y qué están haciendo. Si la respuesta involucra planes con otras personas, se podría desatar una discusión.
6. Los obsesivos se vuelve “espías perfectos”. Son tan celosos y desconfiados, que no lo pensarán dos veces antes de adivinar las claves de su pareja en las redes sociales, o incluso sus datos bancarios, con tal de saber en qué gastan y con quién.
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