Dicen que el físico no debería importar a la hora de enamorarse. Sin embargo, sabemos de sobra que, en una era de culto al cuerpo, la apariencia es un ingrediente importante en la conquista.
Pero ¿qué pasa cuando uno de los dos es más agraciado que el otro? Eso es lo que un grupo de expertos de la Universidad Estatal de Florida quiso comprobar a través de un estudio. ¿Cuáles fueron los resultados? ¡Acá te contamos!
¡La apariencia sí importa!
Según la investigación, llevada a cabo por Tania Reynolds y Andrea Meltzer, “el atractivo de un socio romántico puede ser una fuerza impulsora detrás del deseo de hacer una dieta para buscar un cuerpo delgado”.
Esto porque, como explican en el sitio de El Universal, las mujeres menos atractivas estaban más motivadas a seguir un régimen, sobre todo si sus maridos eran considerados más bellos que ellas.
“Los resultados revelan que, tener un esposo físicamente atractivo puede tener consecuencias negativas para las esposas”, explicó al mismo sitio Reynolds, agregando que “intentar verse mejor todo el tiempo sólo causa estrés, fricciones y caídas de ánimo”.
A diferencia de este patrón, aquellas que eran juzgadas como más bonitas que sus parejas no sentían la misma presión. “Son más positivas y solidarias, además de que se sienten un mayor nivel de satisfacción en su relación”, asegura el estudio.
COMENTAR