El sexo por lo general se asocia a momentos de felicidad, plenitud, goce y disfrute junto a la pareja. Es un momento para sentirse sexy y conectar con el otro.
Sin embargo, hay quienes después del sexo no se sienten como deberían y ese momento que debería ser especial y de felicidad, termina siendo una agonía, así lo aseguran en un estudio publicado en el International Journal of Sexual Health.
Ese sentimiento de tristeza que viene luego de tener sexo es conocido como disfroia post sexo o depresión post sexo.
“Durante el orgasmo hay un fuerte descenso de la actividad en la amígdala, región del cerebro que participa en el procesamiento de estímulos como el miedo. Por lo tanto, aparte de causar placer, el sexo reduce la ansiedad y el temor. Sin embargo, después del acto, algunas personas pueden experimentar un repunte radical de estas emociones”, así lo indica Richard A. Friedman, director de la clínica psicofarmacológica del Weill Cornell Medical College en el sitio Siempre Mujer.
Según el mismo estudio del International Journal of Sexual Health asegura que el 10% de la población ha sentido depresión post sexo o lo experimentará alguna vez en la vida.
Causas de la disfroia post sexo
Existen varios elementos que pueden causar esta depresión. Algunos de ellos son tener la autoestima baja, haber sufrido abusos sexuales, temores, tener sentimiento de culpa, haber tenido relaciones sexuales sin consentimiento y cambios hormonales, entre otros.
Según Debby Herbenick, del Center of Sexual Health Promotion de la Universidad de Indiana, para resolver este problema “lo primero que una persona tendría que hacer es prestarle más atención a sus emociones y dialogar con su pareja. Pero si continuamente una persona se siente triste luego de una relación sexual y no logra encontrar el origen de su depresión, debería hablar con su médico y buscar ayuda en un consejero o terapeuta sexual”, explica para AOL Health.
Verdadero o falso: Cinco mitos sobre el sexo que debes saber – Biut.cl
En cuanto al sexo, existen muchas creencias que nadie sabe de dónde vienen pero a muchos los hace sentir inseguros. Lo ideal sería poder disfrutar de la actividad sexual sin preocupaciones, tomando las precauciones necesarias, pero sin estar pendiente de ciertos mitos que rondan la sexualidad. ¿Cómo saber en qué creer?
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