Las relaciones sentimentales implican un intercambio de energía muy fuerte entre los seres humanos, siendo el contacto físico y sexual un traspaso de información sensorial, datos químicos y hormonales, además de vibraciones y sensaciones que percibimos de forma consciente e inconsciente.
Para Valeria Mandakovic, psicóloga y fundadora del Centro Alama el hecho de abrirnos a experimentar la sexualidad también abre canales de energía que, voluntaria o involuntariamente, nos expone a intercambiarlas para lograr una conexión completa. Sin embargo, ello conlleva tomar consciencia que en el acto “nos podemos contaminar con experiencias y energías que, por desconocimiento, nos afectan a nosotros mismos. Hacerlo entonces de una manera sana implica realizarlo dentro de un contexto donde nos sintamos cómodos, acogidos y en confianza”.
“Cada vez que dos personas tienen un encuentro sexual, el campo energético que rodea a cada una se fusiona con el campo de la otra persona. Por lo tanto, en ese momento, la contaminación energética de una persona puede infectar a la otra, y viceversa”, nos cuenta Mandakovic.
Por lo anterior, es importante realizar una desintoxicación cuando se termina una relación, para así poder empezar de cero sin malas energías y estar disponible para conocer a otra persona.
Si hemos tenido relaciones de pareja tóxicas, es importante verlas como caminos de aprendizaje y preguntarnos el por qué o para qué de ellas: por qué ocurrieron o para qué las vivimos. El resultado de estas experiencias y, más importante aún, qué hicimos con ellas, cómo las asimilamos, y qué aprendimos de ellas, contribuyen en nuestro desarrollo personal, emocional y espiritual.
La especialista recomienda preguntarnos, por ejemplo: ¿Qué hice yo en y después de esta experiencia? , ¿Tomé responsabilidad de mis acciones y emociones?, ¿Qué aprendí de esta experiencia?, ¿Esta experiencia ha ocurrido antes de una manera parecida? ¿Hay experiencias que se repiten en mi vida como un patrón? ¿Qué es aquello que aun no aprendo/asimilo/cambio?
La no superación de rupturas y los problemas no tratados en cuanto al amor propio, relaciones interpersonales, auto-confianza y empoderamiento, según Mandakovic, pueden llevar a sufrir insatisfacción sexual, ansiedad de rendir en el acto, dificultad para conseguir orgasmos, e incluso, disfunciones sexuales como vaginismo, disfunción eréctil y eyaculación precoz.
Cómo eliminar las energías de las relaciones pasadas
Para anular los lazos y la contaminación generada por la energía sexual de parejas anteriores, Mandakovic recomienda aplicar alguna técnica de limpieza energética. Un ejemplo de ello es la que incluye limpieza, aplicación de un sellado energético y protecciones energéticas. Es una técnica rápida, sencilla, efectiva y profunda, que se puede enseñar, ya que todos tenemos la capacidad de auto-sanarnos.
De igual forma, Valeria Mandakovic cuenta que, entre los métodos para prevenir la contaminación del aura, se encuentran integrar en la rutina diaria la meditación, respiración, el llorar y sacar las emociones negativas que albergan creencias negativas sobre nosotros mismos; hacer ejercicio y cualquier actividad introspectiva que nos permita descubrir cuáles son las verdaderas emociones que sentimos y qué necesitamos hacer para mejorar.
Esta es la mejor forma de superar una ruptura según la ciencia – Biut.cl
Investigaciones recientes comprobaron además que el dolor emocional que sentimos tras una ruptura también puede ser percibido físicamente.
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