La frecuencia y duración de las relaciones sexuales, son casi siempre un tema de debate. Y es que aunque hay quienes se jactan de tener sexo todos los días, también existen quienes aseguran que podrían prescindir de esta actividad sin ningún problema durante un largo periodo de tiempo, aunque son pocos los que se atreven a alzar la voz para contarlo.
A este último grupo se suma Pamela Díaz, quien en el programa “Podemos Hablar” confesó algunos detalles de su vida sexual y aseguró que podría vivir perfectamente sin sexo.
“Tengo 38 años. Pero sí podría vivir sin relaciones sexuales (…) He pasado épocas en que he estado soltera dos años y no necesito relaciones sexuales. Necesito trabajar, pasarlo bien, irme de carrete con mis amigas, disfrutar…Pero no tengo un tema tan necesario“, señaló.
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“He estado seis, siete meses y no me acuerdo. Pero no necesito un tema sexual, un tema carnal”, agregó.
Pero esto no fue todo, ya que la conductora de ‘Viva la Pipol’ enfatizó que no necesita un hombre para pasarlo bien.
“No me pasa el tema. Cuando tengo relaciones sexuales, cuando tú tienes pareja, activamente, puedes estar todo el tiempo. Y entre más tenga relaciones sexuales, puede ser mucho más entretenido. Pero puedo vivir seis meses sin tener sexo y enfocarme en mi pega. Y si obviamente no tengo pareja, no necesito un gallo para pasarlo bien. Hoy día podemos pasarlo bien solamente. No necesito de alguien para depender sexualmente. Hoy día no creo”, finalizó.
Pero ¿se puede vivir sin sexo?
Hace algún tiempo planteamos esta interrogante a algunos expertos en sexualidad y esto fue lo que contestaron en Biut
Odette Freundlich, Directora del centro Miintimidad, indicó que, pese a que la sexualidad es muy importante “existen muchas formas distintas de vivirla, fuera de la coito céntrica”.
Por su parte, Rodrigo Jarpa, psicólogo especialista en sexualidad, afirma que “sí es posible vivir y ser feliz junto a alguien sin sexo. Porque finalmente nuestra sexualidad la vivimos con el simple hecho de existir”.
Además, asegura que tenemos una visión errada y limitante del sexo. “Seguimos reduciendo la sexualidad al coito y al discurso heteronormativo, falocéntrico. Se nos vende la idea de que el sexo es fundamental, y que no podemos ser felices sin él. Pero no es cualquier tipo de sexo, no es el que a nosotros más nos sirva y satisfaga, es el que nos han vendido y si no cumplimos somos anormales, tenemos un trastorno, disfunción o patología”, explica.
Freundlich por su parte, asegura que “una frecuencia de actividad sexual promedio sería de dos veces por semana, baja sería menos de dos veces a la semana y alta más de dos veces en siete días”.
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