Con la llegada de la época invernal, la recomendación que más repiten nuestras madres y abuelas, es que nos cuidemos de los cambios de temperatura para evitar enfermarnos.
Pero, ¿qué tan cierto es que el estar en un recinto calefaccionado y salir de éste sin un abrigo apropiado sea sinónimo de resfrío?
Los cambios de temperatura no enferman
Tamara Pavlov, académica de la Facultad de Enfermería de la U. Andrés Bello, aclara que “los cambios de temperatura en sí mismos no enferman, no es una causa directa de la enfermedad, ya que si una persona tiene un buen sistema inmunológico, un buen estado de salud, se encuentra bien alimentada y no tiene factores de riesgo asociados, no hay razón para enfermar, aunque bajen las temperaturas drásticamente”.
Entonces, ¿cómo influye el frío en el aumento de las enfermedades respiratorias durante esta época?
“La baja temperatura, sí tienen un efecto, el cual es aumentar la susceptibilidad en las personas a enfermar (…) Por una parte, el frío inhibe la respuesta del sistema inmunológico, cayendo los mecanismos de defensa del organismo y, además, afecta la función del epitelio nasal, el cual en condiciones normales permite el depósito de partículas virales y bacterianas no dejando que ingresen al organismo. Sin embargo, con las bajas temperaturas, éstos dejan de funcionar normalmente, aumentando la susceptibilidad del organismo a enfermarse con los virus que entran por la nariz”, explica Pavlov.
La especialista dice además que “en esta época de bajas temperaturas, se incrementa la circulación de bacterias y virus asociados a infecciones respiratorias, tales como el virus sincicial respiratorio e influenza, lo cual también incrementa el riesgo de exposición a enfermedades respiratorias en esta época”, finaliza.
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