Si te lavas frecuentemente las manos o no puedes comenzar una actividad sin antes odenar a tu alrededor, son hábitos comunes que adoptamos para estructurar nuestro día a día, que no tienen nada fuera de lo común.
Sin embargo, el psicólogo Julio Muñoz de Clínica Vespucio, advierte que el problema aparece cuando estos hábitos comienzan a deteriorar la calidad de vida y se transforman en un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
“Para realizar un diagnóstico de TOC, la presencia de las obsesiones o compulsiones deben ser de carácter recurrente y lo suficientemente graves como para provocar pérdidas de tiempo significativas, una disminución importante de la actividad general o un malestar clínicamente significativo”, explica.
El experto explica que las obsesiones se definen como ideas, pensamientos, impulsos o imágenes de carácter persistente, que el individuo considera intrusas e inapropiadas y que provocan una ansiedad o malestar.
Por otro lado, las compulsiones son comportamientos o actos mentales de carácter recurrente, cuyo propósito es prevenir o aliviar la ansiedad o el malestar, pero no proporcionar placer o gratificación. “En algún momento, el individuo reconoce que estas obsesiones o compulsiones son exageradas o irracionales”, especifica el psicólogo.
¿Cómo diferenciar un TOC de un simple hábito?
El límite entre un hábito y una obsesión puede ser difuso. “Con frecuencia, estas personas evitan las situaciones que se relacionan con el contenido de las obsesiones, como son la suciedad o la posibilidad de contraer enfermedades”, explica Muñoz.
¿Cuáles son las obsesiones más frecuentes?
El psicólogo cuenta que se ha observado que los TOCs pueden asociarse a trastornos depresivos, angustiosos, de personalidad obsesiva, alimentarios o de ansiedad, como fobia social o específica. Se sabe, además, que existe una alta incidencia de Trastorno Obsesivo Compulsivo en el síndrome de la Tourette.
Pero, según el especialista, los más recurrentes entre los pacientes que sufren de esta patología son:
– Obsesiones de limpieza y anti gérmenes
– Lavado de manos (lavarse las manos hasta que queden arrugadas)
– Ordenar objetos a repetición
– Comprobaciones
– Enfermedades imaginarias (hipocondría)
– Religiosas (rezar)
– Seguridad o evitar que pasen cosas negativas (contar o repetir palabras en silencio)
¿Cómo superarlas?
Muñoz asegura que “se ha observado que las técnicas terapéuticas más eficaces para combatir el TOC son las propuestas por la línea cognitivo-conductuales, las que se enfocan en la modificación de las respuestas emocionales, pensamientos y comportamientos inadecuados asociados a trastornos psicológicos”, finaliza.
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