No existe nada más incómodo que estar espantando moscas mientras comemos. Sin embargo con cualquier descuido, estos insectos siempre logran posarse sobre alguno de nuestros alimento. Pero ¿qué pasa cuando esto ocurre? ¿deberíamos seguir comiendo?
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Un equipo de investigadores de la Universidad de Ciencias Eberly en Penn State realizó un estudio para averiguar cuantos microbios se encuentran en los cuerpos, piernas y alas de las moscas y moscardones. Según publican en Vice, “se encontraron más de 350 tipos de bacterias en los cuerpos de las moscas domésticas”.
Imagen: La Tercera
“Realmente hará que pienses dos veces antes de comer esa ensalada de papas que se queda descubierta en los días de campo”, dice Donald Bryant profesor de bioquímica y biología molecular en Penn State, sobre el resultado de la investigación.
¿Comer o no comer?
Sin embargo, el doctor Cameron Webb, de la Universidad de Sidney, escribió en su blog que “en la mayor parte de los casos, ver una mosca sobre tu comida no significa que tengas que tirarla”.
El especialista agrega que “no hay duda de que las moscas transportan bacterias, virus y parásitos a nuestra comida, pero un simple toque no debería activar una reacción en cadena que conlleve enfermedad para una persona sana”.
Pero advierte que si la mosca pasa mucho tiempo sobre la comida, mayor es la probabilidad de que dejen patógenos en los alimentos. “Entonces sí pueden aumentar los riesgos para nuestra salud”, finaliza.
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