La depresión podrá ser diagnosticada de modo preciso dentro de cinco años con un examen de sangre: el test ayudará a “personalizar” el diagnóstico y, por lo tanto, los tratamientos, así como a revelar quién está más expuesto a manifestar la enfermedad. Así lo sostienen Dario Aspesi y Graziano Pinna, de la Universidad de Illinois en Chicago, en un trabajo publicado en la Expert Reviews of Proteomics.
Pinna acaba de presentarlo en Dallas, en la XIII Conferencia de Investigadores Italianos en el Mundo, señalando que “el test, que evaluará la presencia o ausencia de los marcadores ligados a la enfermedad, podría entrar en la práctica clínica en cinco años”, según señaló Pinna a Ansa.
“Se trata de medir los niveles hemáticos de moléculas como los neuroesteroides, que se producen en nuestro cerebro, y que también están presentes en la sangre y alterados por el estrés…Pueden indicar objetivamente cambios de humor en un individuo y, por lo tanto, enfermedades psiquiátricas como la depresión y el trastorno de estrés postraumático”, agregó.
El científico explicó que están preparando un test de sangre que busca diversas moléculas, al menos 20, cuya concentración es decisiva para comprender quién sufre depresión o quién es proclive al trastorno de estrés postraumático.
El test dirá también quién entre los deprimidos puede aprovechar más ciertos fármacos en lugar de otros, ayudando a personalizar los tratamientos.
Actualmente el diagnóstico se realiza con cuestionarios al paciente y sobre la base de los síntomas. Por lo que disponer de un test basado en múltiples marcadores que trace la “biofirma” de cada paciente, podría ser un paso revolucionario.
COMENTAR