La modelo se emocionó al recordar el duro proceso que implicó el tratamiento de sus cuerdas vocales y la razón por la que decidió no someterse más a la radiación.
“Una radiación significa que se te cae el pelo, que se te pueden caer los dientes, súper invasivo. Con la radiación los dientes no se me cayeron, pero me salieron algunas caries (…) Cuando me hicieron la radiación y tuve que llamar a mi amigo, a Pablito, que además es peluquero (…) Le digo ‘Pablito, me están haciendo la radiación y se me están cayendo los pelos, las mechitas que están con extensiones. Se me resbalan y se me están cayendo. Y yo Pablito, no podría soportar verme peladita ¿Qué podemos hacer?’”, recordó.
Cambio de look
Barrientos contó que el apoyo de su amigo peluquero fue clave en ese momento, ya que en ese periodo la modelo era rostro de una marca de jeans, por lo que su imagen era muy importante para generar recursos.
“No puedo llegar mal, yo soy el rostro de la marca, seguimos haciendo fotos y yo necesito la plata más que nunca. Necesito trabajar’(…) Me acuerdo que Pablito estaba en ese momento en Curicó y me dijo ‘espérame. Por favor no te toques el pelo’. Llegó y me sacó todas las mechas y me dice ‘ya, bien digna. Lo que vamos a hacer, es que aquí hubo un cambio de look. Además, las melenas están totales’”, recuerda la “leona”.
En cuanto al tratamiento para combatir la protuberancia, Adriana contó que ha debido tomar sesiones de fonoaudiólogo y aunque ha evolucionado “es una batalla que cuesta mucho darla”.
“Pregunté por el tema de la radiación, que fue súper agresivo para mí. Y, por ejemplo, si a mí me tuvieran que hacer una segunda radiación, yo ya simplemente no me la hago. Porque no estoy dispuesta a pasar por algo tan heavy, tan complicado (…) Además, pregunté ‘¿hay riesgo de que una persona se muera por esto?’. Y no. Ninguna persona se ha muerto por tener esto. En mí, no sé cuanto pueda llegar a crecer y no quiero saberlo”, finalizó.
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