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Es un hecho: el verano se adelantó y por lo mismo tenemos que aprender a convivir con él, aunque no estemos de vacaciones. Si eres una de esas personas que no rinde al 100% con las altas temperaturas, a continuación te damos algunos consejos para trabajar bien, pese al exceso de calor de tu oficina.
1. Botella con agua
Siempre ten en tu escritorio una botella que puedas rellenar con agua. Toma un poco cada vez que tengas sed, de esta forma hidratarás de forma constante tu organismo. Trata de hacerlo siempre, porque la falta de líquido puede hacer que te de fatiga, incluso que te desmayes.
2. Comer ensaladas y frutas de la estación
Otra forma de refrescarte mientras trabajas es consumiendo porciones de frutas durante la mañana o en la tarde. Junto con ayudar a que tu cuerpo esté hidratado, también te alimentará. Otra buena opción para capear el calor es comer ensaladas a la hora de almuerzo, las que, junto con bajar tu temperatura, te ayudarán a eliminar toxinas.
3. Ventilador
Si en tu oficina no hay aire acondicionado, una buena opción para mantenerte despierta es tener un ventilador con puerto USB para conectar en el computador. Con él podrás recibir una brisa en la cara, que te despejará y te ayudará a trabajar mejor.
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4. Pelo tomado
Uno de los “must” de esta temporada es usar el cabello amarrado. Un moño, un tomate o una trenza son los peinados ideales para los días de altas temperaturas, porque además de estar de moda, también sirven para despejar la nuca y el cuello, una de las zonas del cuerpo donde más se concentra el calor.
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5. Toallitas húmedas
Son frescas, fáciles de transportar y puedes utilizarlas en cualquier lugar. Si el calor te está matando, saca una y pásala por tu cuello y tus antebrazos. Esto equilibrará tu temperatura y te podrás concentrar mejor, por eso siempre trata de tener un paquete en tu cajón o en tu cartera.
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6. Usar ropa ligera
Si trabajas en un lugar con poca ventilación, lo ideal es que vistas ropa liviana y que no te acalore. Una buena opción para esta época son los vestidos, las faldas, las blusas y poleras holgadas y por su puesto, las sandalias.
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