Chocolaterías en Santiago hay varias, pero pocas resaltan por su nivel de calidad. Chile es uno de los principales consumidores de chocolate en Latinoamérica. Con un consumo total de 3 kilos per cápita nuestro país se posiciona en el mercado como uno de los mayores demandantes desplazando a países europeos.
Es tal la importancia del chocolate en nuestra sociedad, que el mismo consumidor se ha vuelto más exigente y refinado cuando debe elegir entre sus múltiples variedades, aprendiendo incluso sobre porcentajes de cacao y sabiendo identificar los que poseen una calidad superior.
Dentro de la competencia en Chile se pueden encontrar varias marcas: desde los sabrosos Entre Lagos, hasta los reconocidos y finos Damien Mercier, que se lleva el primer lugar, gracias a su selección de finos chocolates belgas con deliciosos sabores como limón, maracuyá, bergamota, menta fresca, entre otros.
Sin embargo, hoy estaría llegando al país competencia para la supremacía de este grande del mundo del cacao. Entre ellos Belcolade y Le Vice prometen entregar una experiencia y un nuevo concepto cuando de comer chocolate se trata.
BELCOLADE
La marca internacional de chocolates belgas llegó a Chile con fuerza. En un original evento realizado en Casa Piedra, el afamado chocolatier francés, Stéphane Leroux, considerado uno de los maestros chocolateros más importantes del mundo, mostró lo mejor del arte de la chocolatería. En la muestra el experto montó un original show que consistió en la construcción de una escultura con forma de Moai hecha con más de 400 kilos de chocolate.
La propuesta de Belcolade en Chile promete entregar a sus consumidores productos frescos y originales, con un concepto donde la presentación involucra en un 100% al cacao. Desde pocillos de chocolate hasta “mini postres”. Con sabores realmente novedosos, la chocolatería entrega un producto 100% orgánico fabricado en Bélgica.
LE VICE
El ingeniero comercial y dueño de Le Vice, José Antonio Carvallo, decidió hacer la ruta del chocolate para aprender sobre las mejores técnicas en el mundo. Es así como Carvallo recorrió el mundo y desde países como Francia, Bélgica y España, trajo a Chile una nueva dimensión del chocolate, donde apostó por diseños y colores diferentes, permitiendo que los chocolates no sólo deleiten al paladar, sino que también a la vista. A su vez, crearon deliciosas recetas, que elaboran de manera artesanal, con diversos y novedosos sabores como café y Whisky, pie de limón y frambuesa, por nombrar solo algunos.
Otra buena noticia para los fanáticos del buen chocolate, es el servicio de Delivery que ofrecen a sus cliente, donde el pedido llega a su destino en menos de cuatro horas ¡Ideal para acabar con cualquier antojo!
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