Si bien, el celular nos ha ayudado a mantener una comunicación instantánea con nuestros amigos y familiares, también ha causado polémica en el mundo por sus los efectos negativos que provoca en nuestra salud.
El sitio web Daily Mail, publicó una investigación de la Universidad de Burdeos donde evidencia los peligros del uso del teléfono móvil a largo plazo.
Los investigadores estudiaron 253 casos de pacientes con glioma y 194 con meningioma con el fin de descubrir alguna similitud entre ambas y si es posible llegar a diagnosticar un cáncer cerebral en relación al uso del celular.
El presidente de la investigación, Janine Le Calvez, decidió indagar más sobre el tema, ya que consideró que se necesitan más pruebas antes de lanzar medidas de protección reales en la población, en especial en los niños que comienzan a utilizar los móviles a partir de los 13 años.
Por ello, luego de estudiar aquellos pacientes, los científicos los compararon con 892 personas absolutamente sanas.
En esta investigación, llegaron a la conclusión de que efectivamente existe una gran probabilidad de desarrollar un tumor cerebral en el caso de utilizar el celular por más de 15 horas al mes.
En el 2001, La Agencia Internacional para Investigación del Cáncer, publicó un informe donde clasificó a las radiofrecuencias electromagnéticas como posible carcinógeno humano, basado en un aumento de riegos de glioma, es decir, un tipo de cáncer cerebral asociado al uso de celulares.
A raíz de esta investigación y de lo que certificó La Agencia Internacional para Investigación del Cáncer, los científicos franceses clasificaron a “los profesionales vinculados a los negocios y a las ventas, las personas que más están expuestas a desarrollar un cáncer al cerebro”.
Sin embargo, Roger Salamon, miembro del estudio francés, comentó a Daily Mail, que “no hay razón para el pánico. Esto no quiere decir que todo el que hace una llamada con un teléfono móvil se va a poner un tumor cerebral”.
Finalmente, los estudiosos se vincularon con la Asociación francesa Priartem, que apoya e informa acciones para mejorar las condiciones de vida, para imponer reglas más estrictas que regulen las ondas electromagnéticas con el propósito de prevenir tumores cerebrales.
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