A lo largo de los siglos, el ajo ha sido una especia culinaria muy apreciada. Es de la familia de las liliáceas, como el puerro y el cebollín, todos con un fuerte aroma y sabor.
Pero además de la cocina, esta planta tiene usos que van más allá. De hecho a lo largo de la historia se le ha considerado un remedio confiable para epidemias como cólera y tuberculosis. Como cura para la infección, se ha usado contra virus, bacterias y hongos.
Se le llamó “la penicilina rusa”, para denotar su propiedades antibacteriales y en la Primera Guerra Mundial fue usado como antiséptico para limpiar y curar, y para tratar la diarrea causada por las malas condiciones sanitarias en las trincheras.
Algunas molestias, como las verrugas o las picadas de insectos, pueden responder bien al aceite de ajo o a la aplicación de un diente de ajo crudo machacado.
BBC investigó más sobre esta planta y nos entrega una completa descripción de los beneficios que tiene para la salud.
Ventajas nutricionales
– Es una excelente fuente de vitamina B6 (piridoxina)
– También una buena fuente de manganeso, selenio y vitamina C
– Además, provee varios minerales, incluidos el fósforo, calcio, potasio, hierro y cobre
Lo que dice la ciencia
La investigación moderna se ha enfocado en el potencial del ajo para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, los niveles de colesterol y cáncer.
Varios estudios indican que el ajo hace que sea menos probable que las plaquetas o tromboncitos -las células involucradas en la coagulación de la sangre- se adhieran a las paredes de las arterias o se amontonen.
Así, actuaría como un anticoagulante, por lo que reduciría el riesgo de ataques al corazón.
También se están estudiando extensivamente los componentes sulfurosos por su habilidad de inhibir las células cancerosas y bloquear tumores lentificando la replicación del ADN.
Es posible además que el ajo baje un poco la presión arterial, principalmente por su capacidad de dilatar los vasos sanguíneos.
Cómo elegirlos y conservarlos
– Para el mejor sabor y máximo beneficio para la salud, compre ajos frescos.
– Evite los que están blandos, muestren evidencia de deterioro o tengan brotes.
– El ajo en hojuelas, polvo o pasta es conveniente, pero no tan bueno como el fresco.
– La mejor forma de guardarlo es a temperatura ambiente en un contenedor abierto en un lugar oscuro, lejos de fuentes de calor o la luz del Sol.
– Dependiendo de su edad y variedad, un bulbo de ajo entero se mantendrá fresco entre 2 semanas a 2 meses.
– Una vez se rompe la cabeza de ajo, su vida útil se reduce a unos pocos días.
Consejo…Si va a comer ajo crudo pero odia el regusto, trate de masticar perejil, pues es muy bueno para refrescar el aliento.
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