La faja se ha convertido en la prenda favorita de quienes buscan modelar la figura y disimular esos rollitos que a algunas les incomoda. Son además recomendadas muchas veces para el primer mes del posoperatorio para modelar y evitar inflamaciones.
El Doctor Damián Wengrowicz, especialista argentino en cirugía plástica y reparadora, asegura a BBC Mundo que “son muy útiles para todo lo que son cirugías de lipoesculturas”.
El especialista agrega además que es fundamental que ésta sea de calidad y recomienda las que son fabricadas en Colombia, debido a la buena fama que tienen.
“Son excelentes (…) Cuando opero pacientes colombianas, les digo que se traigan las fajas de allá”, cuenta al mismo medio.
¿Por qué no debemos usarla a diario?
Pese a los beneficios que puede tener el uso de la faja en algunas ocasiones, los especialistas advierten que su uso no debe ser prolongado.
El cirujano plástico chileno Roberto Prado, dice que si bien su utilidad para modelar el cuerpo no es cuestionada, sí lo es cuando la ofrecen como una alternativa para quemar grasa y bajar de peso, llevando a las personas a utilizarlas de manera exagerada, inclusive para dormir, lo que puede generar graves problemas de salud.
“Su uso prolongado puede generar más desventajas que ventajas, tales como un aumento de la presión abdominal, con la consiguiente compresión de órganos internos y del retorno venoso desde las extremidades inferiores, lo que se puede traducir en edemas y problemas circulatorios como trombosis o agravamiento de patologías como la incontinencia urinaria y malestar abdominal por compresión gástrica”, asegura.
Y agrega que además, “su uso prolongado puede generar problemas respiratorios debido a la presión del diafragma o la compresión inadecuada de nervios, principalmente en las extremidades, debido a diseños no personalizados que pueden provocar síndromes dolorosos”, finaliza.
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