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Sarcopenia: la terrible y desconocida consecuencia del sedentarismo

Te contamos cómo evitar esta pérdida de masa muscular, asociada al envejecimiento y al sedentarismo.

Por Tamara Arriola

¿Has estado hospitalizada durante muchos días y has notado que perdiste peso? ¡No te confundas! No es grasa lo que perdiste, es masa muscular. Eso es lo que se denomina sarcopenia. Así lo afirma María Izquierdo-Pulido, profesora de Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Universidad de Barcelona a la revista española Mujerhoy. “El músculo necesita movimiento y actividad”, asegura la experta.

A continuación te contamos qué es, por qué se produce y cuáles son las claves para evitarla.

Creado por Yanalya - Freepik.com

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La sarcopenia es la pérdida de masa muscular que normalmente se produce como consecuencia del envejecimiento cuando nuestros cuerpos comienzan a perder fuerza. “Esta pérdida se incrementa a partir de los 70 años, y también en las mujeres en edad menopáusica, por la falta de estrógenos, que tienen un papel estimulador en la generación de masa muscular”, explica la doctora al sitio mencionado. Sin embargo, puede anticiparse si se lleva una vida donde predomina el sedentarismo, exceso de peso o pérdida excesiva de peso.

Es por esto que, para disminuir el riesgo de desarrollar la sarcopenia, es indispensable una vida activa y saludable. “Para eso se aconseja realizar ejercicios que requieran fuerza, como por ejemplo ejercicios con pesas o gomas elásticas, siempre siguiendo el consejo de un profesional. El peso y las repeticiones estimula o fomenta la síntesis de tejido muscular”, cuenta la profesora. Además, menciona que hay que quitar la imagen de la cabeza de que las pesas solo sirven para las personas que quieren tener músculos, ya que estos ejercicios son los más importantes para poder reforzar el tejido muscular.

Creado por Valeria_aksakova - Freepik.com

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Junto con una vida activa, también se aconseja una alimentación saludable. Comer alimentos que aporten una buena cantidad de proteínas durante todo el día como: carne, pescado, leche, huevos o legumbres. “Estudios han demostrado que la ingesta de un alimento proteico justo después del ejercicio favorece la síntesis de tejido muscular”, cuenta María Izquierdo-Pulido al medio. Por eso, es que es fundamental que esos alimentos estén presentes en todas las comidas del día.

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