El proyecto está siendo llevado a cabo conjuntamente con el Servicio Escocés de Transfusión de Sangre para generar glóbulos rojos a escala masiva.
Según los científicos, la generación a nivel industrial de sangre a partir de células madre podría poner fin a los actuales problemas de abastecimiento.
Y también podría asegurar la compatibilidad sanguínea entre el donante y el receptor.
La escasez en los bancos de sangre es un problema que afecta a todo el mundo, debido en parte a la corta vida útil de las reservas sanguíneas.
Los científicos están produciendo glóbulos rojos a partir de células madre.
Esto significa que se enfrentan muchas dificultades incluso para mantener durante tres días un equilibrio de abastecimiento y demanda para transfusiones de rutina.
Por eso varios equipos de investigadores en Inglaterra, Francia, Japón y Estados Unidos también están buscando lo que los científicos llaman el “oro rojo”, un sustituto de la sangre humana.
El proyecto escocés está siendo llevado a cabo por las universidades de Glasgow, Heriot-Watt, Edimburgo y Dundee.
Tal como explica la doctora Joanne Mountford, de la Universidad de Glasgow, el programa no intenta desarrollar sangre artificial, sino glóbulos rojos, “similares a los que el ser humano tiene en su organismo, pero producidos en el laboratorio”.
Producción “industrial”
Según la investigadora, el estudio está ahora intentando trasladar la ciencia básica de laboratorio a los procesos de producción industrial.
“Los glóbulos rojos han tenido millones de años para desarrollarse y convertirse en un medio extraordinario de transportar oxígeno”, afirma la experta.
“Así que, en lugar de ponernos a producir cualquier otra cosa, produciremos glóbulos rojos. Ahora contamos con la fuente de células madre para hacerlo”.
Los científicos están trabajando con células madre embrionarias que tienen la capacidad de convertirse en cualquier tejido del organismo humano.
La estrategia de la investigación es “engañar” a estas células para que se conviertan en sangre. Esto se logra sometiéndolas a múltiples etapas de diferenciación y maduración.
“Los glóbulos rojos han tenido millones de años para desarrollarse y convertirse en un medio extraordinario de transportar oxígeno. Así que en lugar de ponernos a producir cualquier otra cosa, produciremos glóbulos rojos. Ahora contamos con la fuente de células madre para hacerlo”, Dra. Joanne Mountford.
Una vez que se logra convertir a las células madre en glóbulos rojos se debe continuar multiplicándolas para poder obtener cantidades grandes de estas células.
En el proyecto, que comenzó hace 18 meses, participan más de 10 científicos, incluidos especialistas en bioquímica, bioingeniería, genética y trabajadores sociales.
“Una de las razones por las cuales hay escasez de reservas de sangre es que no hay suficientes donantes de sangre. Sería extraordinario si, a corto plazo, mientras trabajamos en esta alternativa, más gente dona”.
Los investigadores subrayan que todavía falta al menos una década para poder disponer en la clínica de un sustituto sanguíneo producido a escala industrial.
Por el momento, el principal desafío es encontrar la mejor forma de producción de glóbulos rojos a gran escala.
“Si tenemos éxito, esto no sólo beneficiará a la gente de Escocia sino tiene el potencial de ser la solución para un problema muy antiguo que afecta a millones de personas en todo el mundo”, señala Mark Batho, presidente ejecutivo del Consejo Escocés de Financiamiento, que acaba de entregar US$4 millones para el proyecto.
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