Según un estudio publicado esta semana en Canadá, las féminas que ocupan puestos de trabajo de baja jerarquía y que padecen presiones profesionales son las que más probabilidades tienen de sufrir esta enfermedad.
Las mujeres reaccionamos de manera diferente a los estímulos que los hombres y el mundo laboral no es la excepción. De acuerdo a un artículo que publicó el sitio web colombiano www.revistafucsia.com, un estudio realizado por el Instituto de Investigación sobre Trabajo y Salud y el Instituto de Ciencias Clínicas Evaluativas, detectó que la población femenina tiende a reaccionar al estrés consumiendo más productos con azúcar y grasa.
La presión laboral favorece la aparición de la enfermedad mediante dos fenómenos. Por una parte, por las perturbaciones ocasionadas en el sistema neuroendocrino y el sistema inmune, que generan una mayor producción de hormonas, tales como el cortisol y la adrenalina. Y, por otra parte, por los cambios en la alimentación y el gasto de energía.
Tras un seguimiento de nueve años a 7.443 personas en actividad, la investigación reveló que un 19% de las mujeres desarrollaron diabetes, debido al estrés del trabajo. Una cifra superior a las asociadas al tabaquismo, la bebida, actividad física o el nivel de consumo de frutas y verduras.
Asimismo, no se detectó la misma relación entre los hombres, dado que según el mismo estudio, reaccionan de forma distinta al estrés, ya sea en el plano hormonal como en los hábitos alimenticios.
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