A pesar de que no contienen azúcar y a simple vista parecen más sanas que las normales, un estudio demuestra que se debe tener cuidado con el consumo de las bebidas light.
A partir de una investigación realizada en Manhattan, en la que se examinó a más de 3.200 personas, se determinó que el consumo de estas gaseosas podía aumentar hasta en un 60% las probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular, comparado con quienes no las toman.
Durante los nueve años en que se realizó el seguimiento a estos individuos, se produjeron 559 problemas vasculares, como infartos cerebrales hemorrágicos o isquémicos, por lo que los investigadores señalaron que luego de considerar factores de riesgo como edad, sexo y antecedentes médicos en cada persona, concluyeron que las bebidas light estaban asociadas a la mayor probabilidad de sufrir esas patologías.
Aún así, la investigación no es concluyente y se requieren más estudios posteriores para confirmar la teoría, pues también deben considerarse otros elementos determinantes para el desarrollo de estas enfermedades, como la dieta y el ejercicio.
“Si el resultado se confirma con estudios posteriores, quiere decir que las bebidas dietéticas pueden no ser un sustituto óptimo para las azucaradas”, sostuvo a la agencia AP, Hannah Gardener, una de las investigadoras principales de la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami.
Este tipo de gaseosas con edulcorantes también han sido vinculadas con una mayor posibilidad de sufrir partos prematuros si son consumidas en grandes cantidades durante el embarazo.
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