Fue una de las mejores postales del Lollapalooza chileno. Aunque ni siquiera sucedió en el festival. Justo la noche anterior al fin de semana del evento, José Bravo -Latin Bitman para las masas- llegó hasta el club Subterráneo, de Providencia, para animar una fiesta junto a Eric “Bobo” Correa, actual percusionista de Cypress Hill. Ya cuando el show miraba de cerca la madrugada, otros invitados a Lollapalooza, como “Chino” Moreno de Deftones o B-Real de los propios Cypress Hill, saltaron al escenario para alentar la juerga.
“Y eso que con Eric Bobo nos habíamos visto una hora antes, ensayamos súper rápido y levantamos el show casi de la nada”, describe Latin Bitman para ilustrar los orígenes de su alianza con el norteamericano, que guarda un currículum mayor: es hijo del destacado percusionista de jazz Willie Bobo y fue miembro de Beastie Boys entre 1992 y 1998 (para los esenciales Ill Communication y Hello Nasty) y de Cypress Hill desde 1994, cuando sus tambores le aportaron un carácter distintivo al conjunto.
Una unión que hoy ya tiene cuerpo definido: ambos decidieron fundar el grupo Ritmo Machine y aventurarse en su álbum debut. Eso sí, la unión tuvo su sincronía antes de la cita capitalina. Es que los músicos son parte de las filas de Nacional Records, sello especializado en editar música latina en EE.UU. “A mediados de 2010 empezamos a intercambiar música por mail y se fue armando de manera fluida la idea de montar algo más definido”, sigue la ex mitad de Bitman & Roban y uno de los músicos electrónicos más connotados de la escena local.
Tras Lollapalooza -donde ambos se presentaron con sus respectivos proyectos-, el dúo partió a Buenos Aires a registrar su ópera prima. Se demoraron una semana en grabar 12 canciones en los estudios Concreto. El trabajo tendrá su primer single en julio, aunque su lanzamiento formal será en octubre.
Latin Bitman agrega que se trata de un álbum que equilibra su fe por los samplers, las tornamesas y la música electrónica con el perfil latino y hiphopero de Bobo. “Fue un trabajo muy dinámico. No queríamos hacer algo nuevo, queríamos crear algo en torno a lo que cada uno sabe”. Hoy la producción sólo espera las colaboraciones vocales, las que estarán a cargo de destacados artistas, ligados a los círculos de cada músico.
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