La revancha del hermano menor. La nueva vida del tipo siempre etiquetado como “hooligan” y “holgazán”. Esos podrían ser los conceptos que definen el súbito protagonismo ganado durante este año por Liam Gallagher (38), la mitad más reconocible de Oasis y el cantante que creció a la sombra artística de su hermano Noel (44): con su nueva banda, Beady Eye, armada al poco tiempo del cisma definitivo de los británicos en 2009, el artista se reivindicó como uno de los nombres más inquietos del pop británico, sin perder ni un milímetro de su atractivo mediático, verdadera carne de titulares.
Con ese impulso, el cuarteto ya cerró su primera vez en Chile: estarán el lunes 31 de octubre, en el teatro Caupolicán, como parte de una gira que también los tendrá en Buenos Aires y en el festival Planeta Terra, de Sao Paulo. Según lo ofrecido en su actual periplo por Norteamérica y Estados Unidos -un tour que agotó sus boletos en 30 minutos-, la agrupación interpreta casi la totalidad de su debut Different gear, still speeding, aparecido en febrero y que contó con buenas críticas. Una pieza que cuenta con singles como The roller, Bring the light y Four letter word. Por razones que van desde las batallas personales hasta la decencia de no saquear el material clásico escrito por Noel -cerebro y compositor principal-, el flamante grupo no interpreta creaciones de Oasis. “No lo vamos a hacer si no está el personaje que las creó”, han comentado.
Por otro lado, se trata de la cuarta vez de Liam Gallagher en la capital, luego de sus visitas junto a su banda madre en 1998 (San Carlos de Apoquindo), 2006 (Velódromo del Estadio Nacional) y 2009 (Movistar Arena). En rigor, lo que retorna a Chile es casi la totalidad de Oasis, salvo la lógica ausencia de su líder, quien consagra sus días libres a los comentarios deportivos por TV y la vida familiar: el resto de Beady Eye lo integran solo ex miembros del grupo de Wonderwall, como el guitarrista Gem Archer, el baterista Chris Scharrock y el bajista Andy Bell.
“Eso me permite que igual hayan peleas, como en Oasis”, reconoció Gallagher en una entrevista de esta semana con Absolute Radio. Eso sí, luego se apuró en aclarar que su nuevo grupo encarna una era distinta. “Esto es nuevo, ¡es todo nuevo!”, bramó en la conversación. Una declaración de principios relativa: el cuarteto mantiene el histórico gusto por los riffs urdidos en piezas llenas de sentido melódico, con coros elaborados para los grandes estadios y la rotación radial. Igual que Oasis, hasta componen a los pies de The Beatles, con el single The roller claramente inspirado en Instant Karma, de Lennon.
“Son canciones muy convincentes”, destacó el periódico The Guardian. Gran responsabilidad en mantener la solidez sonora se reduce en un nombre de fuste: el productor Steve Lillywhite, la mano tras parte de las mejores travesías discográficas de U2 y cuya hoja de vida resalta trabajos con Travis o Morrissey. Una banda novata que carga trayectoria por todos lados.
COMENTAR