Los problemas económicos son la razón central que ha motivado a las parejas chilenas a decidir continuar viviendo juntas luego del quiebre matrimonial. Una situación algo extraña, que por el balance económico de ambas partes, resulta conveniente.
Los problemas económicos de las parejas que han sufrido el quiebre matrimonial sumado a los costos económicos que conlleva el mantenimiento de dos viviendas, han contribuído al alza significativa del número de separados conviviendo en la misma casa, aunque durmiendo en piezas separadas.
De una separación de cada diez en que se producía este fenómeno a comienzos del año pasado, este año se ha incrementado al doble: dos de cada diez parejas separadas de hecho se mantienen bajo un regimen de separación “puertas adentro“.
El director de www.separadosdechile.cl , Ricardo Viteri , afirmó la cifra al analizar un universo de 900 separados y separadas que se contactaron con el portal especializado en divorcios y rupturas matrimoniales en los últimos 6 meses. Según Viteri, un 21% de los separados consultan directamente por la forma de probar el cese de convivencia para divorciarse en una situación de convivencia forzada bajo el mismo techo.
Para el titular de separadoschile, la tendencia alcista era previsible. “El fenómeno se manifestó por primera vez tras el terremoto y desde entonces la tendencia ha sido sistematicamente al alza, leve al comienzo pero incrementándose con el pasar del tiempo. Hay cada vez más parejas separadas de hecho en esta situación incómoda y estresante , y lamentablemente la mayoría no tienen solución por ahora”.
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