Claudia Amigo es la mamá biológica de Gabriela, y Claudia Calderón es su pareja. Ambas crían a la pequeña como madres, en una familia donde el énfasis se pone en “su inteligencia emocional, a través del reconocimiento y comprensión”.
Amigo: “(Nuestra dinámica familiar) está basada en romper todo estereotipo por ende, la femineidad es algo que nos enorgullece, pero es algo que llevamos por dentro sin limitar la libertad de ser tal como somos las tres”.
Calderón: “No existen roles, ambas compartimos la crianza de Gabriela, compartimos los mismos valores como el amor incondicional, el respeto por nuestra hija y fomentamos su inteligencia emocional, a través del reconocimiento y comprensión. Esa es nuestra prioridad, somos sus guías y ella es su propia persona, compartimos por igual opiniones y sentimientos”.
“Gabriela (su hija) nunca ha sentido algún tipo de discriminación entre sus pares, y podemos decir que nosotras tampoco”.
Amigo: “Gabriela se siente orgullosa de nosotras, y desde Kinder dice en su colegio que ella tiene dos mamás”.
“Sentimos que, como cualquier madre, deseamos tratar a nuestra hija con amor, dignidad, comprensión y sobre todo respeto, como nos habría gustado a nosotras cuando niñas”.
Calderón: “Lo más difícil es no poder ser reconocida legalmente como su otra madre y darle, por ejemplo, algo tan básico como derecho a la salud o una herencia en el futuro, de no tener ni voz ni voto si algo le llegara a pasar a mi pareja, lo más seguro sería que se llevarían a Gabriela lejos de mi y yo no podría hacer absolutamente nada”.
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