Ya se ha hecho costumbre que aparezcan nuevos retos en Internet que ponen en riesgo la vida de los más jóvenes. Primero fue la Ballena Azul, luego Hot Water Challenge y ahora es “El desafío del desodorante”.
Este desafío consiste en inhalar grandes cantidades de desodorante en spray por el mayor tiempo posible. Varios youtubers han publicado videos realizando el reto.
Así fue como llegó a Adrielly Gonçalves, una niña brasileña de 7 años, que se convirtió en la primera víctima de este reto. De acuerdo a una publicación realizada por una familiar la menor inhaló el desodorante luego de ver el reto en Youtube.
Adrielly murió en un hospital en São Bernardo do Campo, en el estado de Sao Paulo, tras sufrir en su casa un paro cardíaco. “Era una niña inocente, se puso el desodorante directamente en la boca y se desmayó. Tenemos que alertar a los padres y ayudarles a prestar atención a los contenidos que buscan sus hijos en Internet”, escribió la mujer en Facebook.
“El desafío del desodorante es peligroso por los altos niveles de alcohol presentes en este tipo de producto”, declaró Anthony Wong, director de la Escuela de Medicina de la Universidad de São Paulo, a la BBC.
“Los niveles varían entre el 70% y el 90%, son mucho mayores que los de licores como el whiskey o la absenta. Inhalados, el volumen de alcohol es absorbido altamente, causando inflamación de la laringe y paro cardíaco”, indicó Wong.
En una situación como esta Wong recomienda acudir urgentemente a un hospital y desaconseja provocar el vómito, ya que puede empeorar la obstrucción de las vías respiratorias.
La psicóloga Fabiana Vasconcelos, explicó a la BBC que para evitar que los niños sigan estos peligrosos retos, es primordial que los padres acompañen a sus hijos en su vida online. “De la misma manera que le preguntas con quién sale, debes preguntarle quiénes son tus amigos en internet y qué videos viste hoy, y proponerle verlos juntos”, afirma.
La experta advierte que prohibir este tipo de videos no funcionará. “Necesitas crear un entorno en el cual el contenido (o los videos) sea debatido sin juicios, como parte de una reflexión crítica que los niños y adolescentes todavía no han desarrollado”, señala.
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