Es muy común que padres de niños con Síndrome de Down estén temerosos del inicio de la etapa escolar en sus hijos, ya que no saben cómo se desenvolverán en este entorno.
Es por esto que la fonoaudióloga y académica de la Universidad Andrés Bello, Claudia Figueroa, entrega recomendaciones para prepararlos antes y durante este periodo.
La primera etapa, que es la de la estimulación temprana, se extiende por un periodo más extenso de lo común y son tres los puntos a fortalecer: Motricidad, lenguaje y cognición.
Para la motricidad la experta recomienda que el niño se acostumbre a tomar cosas pequeñas para que estimule el trabajo de pinzas con los dedos. Hacer que tome porotos, garbanzos, etc, pero siempre bajo la supervisión de un adulto. Otra alternativa es usar juguetes de encaje e interactivos con figuras geométricas, luces y colores.
En cuanto al lenguaje, se sugiere promover el uso del habla en “conversaciones” en que las miradas y gestos sean un centro importante del intercambio. Además, usar textos con texturas y colores llamativos que permitan interaccionar e intercambiar el uso del lenguaje. También usar rutinas de canciones que sean interactivas y repetidas en el tiempo para que el niño pueda anticipar y participar
En la cognición, es recomendable permitir siempre una exploración del entorno activo, con los cuidados necesarios pero que le permitan nuevas experiencias. Jugar a esconder y encontrar objetos, jugar a actividades simbólicas como darle de comer a algún muñeco o títere, y usar medios de estimulación como juguetes y objetos concretos, llamativos y lo más cercano a la realidad.
“La legislatura y, en especial, las adaptaciones curriculares, son bien amplias cuando de integración se habla pero, sobre todo, hay que concientizar a la población que muchos de estos niños, a diferencia de lo que se creía antes, están deseosos de aprender nuevas cosas. Su necesidad principal es que se las muestren y enseñen adaptadas a sus capacidades”, señala la experta.
La especialista señala que es necesario un cambio de paradigma, en que al menos se entiendan tres puntos importantes en el aprendizaje para niños con síndrome de down. Es por esto que en la etapa escolar sugiere:
Descubrir habilidades: Todos poseen potencialidades que bien aprovechadas pueden liberar habilidades y aprendizajes que no se conocían. Descubrirlas se logra abriéndole los espacios para que pueda desarrollarse en cada área.
Motivarlo con actividades que disfruten: No a todos les gustan las mismas disciplinas y lo más probable es que disfrute de algunas actividades más que de otras. “Hay que buscar contextos enriquecidos para aprender, y para ello, nada mejor que lo más cercano para aplicar los conocimientos in situ”, señala Figueroa.
Evidenciar el avance: Comparar constantemente los aprendizajes desde ellos mismos. Buscar idealmente, modalidades de aprendizaje más concretas y mediadas que logren en los niños estrategias más amplias y claras en que puedan dar a conocer lo aprendido.
“Con estos tres puntos, el logro de los contenidos no sólo se facilita, sino que además se logra individualizar y, con ello, promover desde un punto más inclusivo del saber, lo que es esperable para cualquier sala escolar”, concluye la académica de la UNAB.
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