Luego de las denuncias publicadas por la revista Sábado contra el director Herval Abreu, donde varias actrices lo denuncian por acoso, abuso sexual e incluso una violación, se ha dado un fenómeno similar a lo ocurrido tras el caso de Harvey Weinstein en nuestro país.
Varias actrices y mujeres del medio han alzado la voz, ya sea a través de la misma TV o de sus cuentas personales, para revelar diferentes experiencias que, hasta ahora, mantenían ocultas.
Es el caso de la actriz Arantxa Bodenhofer, quién decidió ocupar su Instagram para denunciar tres episodios de acoso sexual que la marcaron para siempre.
“Tengo la responsabilidad de contar mi historia. Soy madre de una mujer, vengo de una familia de mujeres y eso me da fuerzas, el miedo que hace años tuve se fue”, fue lo primero que señaló.
Y agregó que el primer episodio ocurrió cuando “un día un profesor me obligó a desnudarme delante de todos mis compañeros, después de haberle pedido cambiarme de ropa, al tener el valor (pero tiritando) de decirle que no lo haría, me amenazó con reprobar el ramo y así lo hizo”.
El relato prosigue y Arantxa revela que luego vivió dos situaciones más, cuando ya se había integrado al mundo de la televisión. “Me pasó (en un canal de televisión) 2 veces con dos hombres distintos. El primero me ofreció salir con él a comer para poder seguir con mi contrato y me hablaba de sus ganas de tener sexo (mientras trataba de abrazarme tocando mis manos). El segundo, me dijo que un personaje era mío, pero debía ir a hablar con él a la playa el fin de semana. No hice nada con ninguno y al parecer nuevamente fui reprobada”, dijo.
La actriz comenta que “yo estaba empezando, era chica, los miedos eran enormes de que esto pudiese interferir en mi carrera como actriz, así que lo callé. Mi familia siempre supo porque a veces cuando uno pasa por esto cree que no es verdad lo que pasó, que uno se lo inventó, que quizás exageró y no es así”.
Finalmente, la joven hace un llamado para que las denuncias sigan realizándose. “Esto lo he callado hace muchos años, pero ahora que leo tantas historias parecidas a la mía, me siento protegida, hoy que miro a los ojos a mi pequeña mujercita me empodero de mí y agarro fuerzas de todas ustedes para decir ¡BASTA! Basta de esta sensación de asco, basta con defender lo indefendible. ¡Basta con callar! ¡Basta con el miedo! ¡BASTA!”.
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