Antonella Ríos es madre de dos hijos, actriz, trabaja en la radio y se ha desarrollado como animadora de TV. Siendo una mujer tan multifacética y trabajadora, quisimos saber cómo se las arregla para congeniar la maternidad y sus responsabilidades laborales.
¿Cómo compatibilizas tu trabajo con la maternidad?
El asunto cuando uno queda embarazada es que hay una especie de congelamiento laboral, uno tiene que soltar, porque uno quiere hacerlas todas entonces hay que soltar un poco y decir ‘ya ahora estoy en este proceso, quizás tendré menos trabajo pero es una decisión que hay que tomar’. Sobre todo con las actrices, si te das cuenta, hay muchas actrices que no tienen hijos porque priorizan la carrera en un mundo donde cuesta mucho compatibilizar las dos cosas. En un país, en un mundo, en una época.
¿Cuáles crees que son las desventajas de ser una madre trabajadora?
Yo me cuestionaba mucho, lloraba sobre todo cuando mi otro hijo era chico. Me decía ‘pucha soy penca, no puedo estar nunca con ellos”. Fue en época de Festival de Viña, cuando fui candidata a reina, me golpeó el tema y decía ‘estoy todo el día en función de esta pega y de mí, pero cuándo de mis hijo’, y un amigo se me acercó y me dijo ‘sabes qué, un día tu hijo se va a dar cuenta que tú eres una mamá aperrada, trabajadora y va a decir ‘mamá gracias por todo’, si igual estuviste ahí, no desapareciste’. Pero claro, uno tiene menos tiempo.
¿Cómo te organizas día a día entre tu maternidad y tu trabajo?
Yo tengo a alguien que me ayuda con mis hijos, sin ella no podría. La tengo hace 12 años, me ha durado más que un pololo. Todavía estoy con ella.
¿Crees que un hombre puede cumplir el rol que tenemos las mujeres como madre?
Sí, por supuesto. Pero tiene que ser 100% aceptado, porque igual al hombre, en una sociedad más machista donde tiene que generar recursos, le cuesta un poco el sistema de quedarse en la casa cuidando al hijo. Cosa que puede ser fantástico, pero la parte profesional igual a todos nos tira, necesitamos desarrollarnos (…) Un hombre podría ser eventualmente un súper criador o súper padre, pero no madre. Tiene que ver con una cosa hormonal.
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