Lo primero que dice al hablar de su maternidad es que está “muy orgullosa de mis dos hijas”. Karen Doggenweiler no sólo es animadora, sino además madre de dos bellas jovencitas: la veinteañera Fernanda y Manuela, de 13 años.
“La Fernanda me llena de orgullo. Estudia lo que le gusta, es simpática, linda. Y la Manuelita también, es fantástica, muy deportista”, indica, agregando que lo mejor es que “se quieren entre ellas, se cuidan, son bien hermanables y hemos formado una familia súper unida y fuerte”.
La conductora comenta que está feliz de ser madre de dos mujeres. “El sexo fuerte”, indica. Y agrega que “me encanta que tengan las herramientas para ser felices y ser libres. Pienso que ese es el rol de las mamás: rayar la cancha, poner límites, pero también darles la posibilidad de experimentar, de sentirse seguras”.
¿Qué es lo mejor y lo peor de ser mamá?
Mira, uno se siente súper poderosa cuando es mamá. Y también súper vulnerable. Es tan delgada la línea, porque cualquier cosa que le pase a tu guagua uno se siente muy frágil. Es como una cuerda floja entre ser poderosa, creadora y al mismo tiempo tan frágil.
¿Sientes que tu trabajo, tan expuesto y demandante a veces, te ha quitado tiempo de crianza?
La verdad es que no es fácil, pero me siento contenta y privilegiada al mismo tiempo. Pienso que son tantas las mujeres que tienen que dejar a sus guaguas en salas cunas o no tienen con quién dejarlas. A mí me encanta mi trabajo y he trabajado mucho, y desde muy chica, pero también siento que mis hijas van a ser más felices si tienen una mamá plena que se realiza.
¿No hay culpas entonces?
Todas las mamás tenemos culpa. Es imposible no sentirla, uno es siempre culposa cuando trabaja. Yo trato de serlo cada vez menos.
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