Las redes sociales se han convertido en una herramienta muy efectiva para denunciar un sinfín de episodios de acoso y abuso sexual del que las mujeres suelen ser víctimas a diario, sobre todo en la vía pública.
Sin embargo, esta vez, la historia es distinta. Porque luego que el 10º Juzgado de Garantía de Santiago acogiera la demanda de un hombre que se querelló por injurias, tras haber sido “funado” en redes sociales por un supuesto manoseo en el Metro, una mujer debió pedir disculpas públicas.
Según el relato de Samuel Salinas, las historia ocurrió así: “En el trayecto entre las estaciones Lo Valledor y Pedro Aguirre Cerda subió mucha gente, entre ellos una joven, quien se puso detrás mío, al costado derecho, a quien al parecer la roce con el bolso, debido a la aglomeración del público, la que inmediatamente me increpó diciéndome: ‘Que te pasa huevón, córrete’. Pasados unos 10 minutos el Metro llegó a la Estación Franklin, que era mi destino, y antes de bajarnos esta joven se puso a sacar fotos con su celular, hecho que tampoco me llamó mayormente la atención. Al regresar a mi domicilio en horas de la tarde, una familiar de mi señora me llama para manifestarme que había visto unas fotos extraídas de Facebook en donde aparecía mi fotografía, subida por la querellada, quien argumentaba que le había tocado el cuerpo, hecho que jamás pudo haber ocurrido”.
Kimberly Bustos, por su parte, publicó en su cuenta de Facebook una foto de Salinas, con el siguiente mensaje: “Funa a este cerdo asqueroso que anda en el Metro tocando el poto. Por favor compartir. Lo publicaré en todos los lugares existentes. No me queda más que eso para bajar un poco la rabia he impotencia”.
La publicación generó una ola de mensajes de apoyo a Kimberly y, como era de esperar, se viralizó por las redes sociales. Ante esto, Salinas declaró en el documento sentirse atemorizado de llegar a su casa por temor a ser agredido, ya que luego de la publicación, “decenas de personas, a quienes obviamente no conozco ni tampoco me conocen, y al parecer pertenecientes a su grupo (de Bustos), se colgaron de esta publicación para hacer todo tipo de comentarios: algunas diciendo que me conocían como una persona que estaba acostumbrado a hacer lo mismo: que en varias ocasiones me habían pegado por esto mismo y me habían ‘funado’ anteriormente”. Y agregó que debido a esta funa, se generó “un daño irreparable a la imagen de un profesional de la construcción”, que lo obligó incluso a cambiarse de domicilio temporalmente.
Finalmente la querella terminó en una conciliación donde las condiciones del acuerdo obligaron a Kimberly Bustos a borrar la publicación donde acusa a Samuel Salinas, pedirle disculpas públicas en la sala de audiencia y a través de su cuenta de Facebook.
Sin embargo, los usuarios de la red social mantuvieron su postura con mensajes de apoyo hacia la joven. “Kimberly, yo le creo y esto solo confirma lo malo que es nuestra sistema judicial. Éxito en todo”, “Yo te creo compañera, yo sí te creo”, son algunas de las frases publicadas por sus seguidores.
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