Los kilos que se ganan durante septiembre no son sólo responsabilidad de la comida sino también de la retención de líquidos asociada a este mes. Se trata de excesos de sodio que se acumulan gracias al aumento en alimentación y alcohol. Aquí te contamos cómo evitarlo.
No sólo debemos de preocuparnos de las calorías y la grasa que consumimos durante estas fiestas, también hay otros enemigos que nos afectan de manera directa, nos hacen aumentar de peso, sentirnos hinchados y que por lo mismo, debemos consumir otros alimentos para contrarrestar su efecto.
Se trata de los alimentos con alto contenido de sodio, que permiten un mal muy común principalmente entre las mujeres: la retención de líquido.
Esta acumulación de agua en los tejidos del organismo se produce cuándo el cuerpo no puede eliminar correctamente el líquido sobrante (agua o cualquier otra clase de líquido).
[CAUSAS] Desde alteraciones hormonales a actividades físicas y la ingesta de alimentos que aumentan esta patología.
Y es precisamente septiembre, un mes donde la ingesta de comidas altas en sodio podría provocar un aumento en la retención de líquidos, lo que produce a su vez, incremento en el peso corporal, calambres, hinchazón y una serie de complicaciones.
Pero ¿qué comidas ayudan a que se produzca esta patología?
Sal y el alcohol: su consumo elevado provoca retención de líquidos, ya que estas sustancias retienen una mayor cantidad de agua y hace más difícil su eliminación cuándo está en exceso.
Pan amasado: El exceso de sal que se consume en las carnes y pan amasado ayuda a la retención de líquido en el organismo, lo que se traduce en un mayor aumento de peso, hinchazón y celulitis.
Choripán: Los alimentos fiambres y embutidos como la longaniza y el choricillo, se conservan gracias a sus altos niveles de sodio, el cual a su vez ayuda a la retención de líquidos.
Snacks: Muchas veces antes del asado se sirven los llamados snacks, como maní o papas fritas. Estos son muy ricos en sodio, porque la grasa y la sal son clave en el sabor de estos alimentos.
¿Qué hacer para evitarla a toda costa?
Alejarse del consumo de alimentos ricos en sodio, o complementarlos con la ingesta de mucho líquido, además de otras comidas con una alta cantidad de potasio, que ayudan a contrarrestar el efecto en nuestro cuerpo. En este grupo están las frutas y verduras y algunos ejemplos son el plátano, tomates, naranjas.
Caminar, bailar, andar en bicicleta y todo tipo de actividad física, por lo que varios pies de cueca pueden ayudar en esta tarea.
Tomar grandes cantidades de agua y preferirla entes de las bebidas gaseosas, o el alcohol.
Tomar té e infusiones a base de hierbas, varios de los cuales tienen un alto efecto diurético.
COMENTAR