Las evaluaciones laborales, compras navideñas y celebraciones de fin de año pueden terminar con la paciencia y salud de cualquiera. Para que no agotarte con este movido periodo, consultamos a un especialista por las medidas básicas para anticiparse al último mes del año.
El estrés es un patrón de respuesta con compromiso neurológico, endocrino, emocional, cognitivo y conductual, que se desencadena ante una situación que es percibida e interpretada como altamente exigente o amenazante. Tal como lo explica la psicóloga de Ciudad del Mar, Claudia Badila, durante estas fechas existe una creciente tendencia a querer hacer todos los pendientes que quedaron poco resueltos durante el año y plantarse objetivos muy exigentes, nada recomendable para un mes sobrecargado como lo es diciembre.
“Respondemos con estrés cuando nos ponemos metas a muy largo plazo, en desconsideración de nuestras habilidades o posibilidades, cuando están relacionadas con las expectativas de otro, en cuya opinión basamos nuestra autoestima. Y cuando el no cumplir con ellas se interpreta como incapacidad, inhabilidad frente a nosotros o a la mirada de otros”, afirma la experta.
CONDUCTAS PREVENTIVAS
La psicóloga señala que hay ciertas conductas preventivas que se pueden adoptar. “Hay que fijarse en el estilo de vida, qué estoy haciendo, cuánto tiempo me tomo para el descanso, qué hago para descansar, cómo puedo lograr los desafíos que se me plantean. Detenerse a pensar y cuestionarse el funcionamiento actual y luego analizar la generación y viabilidad de los cambios”, agrega.
1. Planificar anticipadamente las tareas
2. Realizar actividades físicas y lúdicas
3. Alimentarse bien
4. Evitar el alcohol y el tabaco
Estas medidas podrían ser útiles para resguardar el equilibrio, logrando regular las expectativas, evitar compararse, centrarse en el presente e ir valorando lo que se va haciendo y no lo que queda por hacer. “Detenerse a pensar y cuestionarse el funcionamiento actual y luego analizar la generación y viabilidad de los cambios”, según la especialista es una buenísima fórmula para enfrentar el próximo mes.
De lo contrario, el organismo responde con estrés, experimenta una producción mayor de hormonas segregadas en la glándula suprarrenal, lo que genera un estado de tensión que se puede manifestar con fatigas, náuseas, alteraciones de sueño y ansiedad. Y cuando es prolongado puede gatillar enfermedades más severas como problemas cardiovasculares o depresión.
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