Si algo no nos gusta, podemos cambiarlo. Esa es la premisa moderna de la estética, que llama a las personas que no están conformes con su físico a acudir al quirófano para cambiar el “defecto” que les molesta cuando quieran, sin embargo, también hay casos en los que la cirugía plástica puede salvar la vida de alguien. Si bien los motivos son distintos, en ambos casos los resultados implicarán un cambio físico importante que puede hacer transformar la vida del paciente para bien o para mal, dependiendo de cómo éste reciba su nueva imagen. Este proceso de cambio puede ser muy fuerte, por eso en la actualidad las clínicas están incorporando en sus procedimientos ayuda psicológica para las personas que quieren someterse a operaciones estéticas.
Pero, ¿por qué a la hora de cambiar la apariencia de nuestro rostro con una rinoplastía o de someternos a un by pass gástrico para bajar de peso, se recomienda recibir este tipo de apoyo antes? Según Fernando Marchant, psicólogo de Vidaintegra, se debe a que primero “hay que hacer una evaluación de las condiciones del orden mental en las que se encuentra el postulante, con el fin de garantizar una óptima condición pre y post operatoria. Es importante que el postulante se encuentre libre de alguna psicopatología que lo contraindique y que también cumpla con el perfil previamente protocolizado. Esto determinará si debe empezar un tratamiento psicológico desde antes de la cirugía o si sólo debe hacerlo después”.
¿Cuáles son las cirugías en que es obligatorio seguir terapias y por cuánto tiempo hay que hacerlo?
“Las más comunes son las cirugías bariátricas, debido al tremendo cambio físico que tiene la persona después de la operación. En cuanto al periodo que debe durar la terapia, estas pueden ser del tipo estratégico-breve o tomar más tiempo. Esto va a depender del diagnóstico implicado, pudiendo extenderse por ocho o 12 meses en aquellos casos que requieran más ajustes. En diagnósticos más delicados puede ser por más años”, señala el especialista.
Cosas que hay que considerar antes de someterse a una cirugía estética
Someterse a una operación plástica es algo muy importante, porque, más allá de ser una forma de renovar la imagen de una persona, también es una herramienta que puede presentar riesgos.
Aquí es donde la ayuda psicológica toma importancia, porque se convierte en una forma de orientar al paciente en este camino, ya que con ella se puede lograr “una mejor recuperación post operatoria tanto física, como mental, mayor adaptación a los cambios, mejores técnicas de enfrentamiento ante lo nuevo, y por sobre todo, más seguridad y sentimiento de autocontrol”, destaca Marchant.
Pese a lo positivo que puede ser este tipo de asesoría, el experto de Vidaintegra también recomienda que antes de tomar la decisión final es bueno “conversar con el médico y realizar todas las preguntas para aclarar dudas: ver los beneficios que le aportará la cirugía a su salud física y mental, además de sopesar todos estos elementos, viendo más allá de la vanidad y visualizando si este procedimiento mejorará la calidad de vida y familiar”.
COMENTAR