El crudismo consiste en comer todos los alimentos crudos, ya sean frutas, verduras, frutos secos, huevos y lácteos no pasteurizados. Los crudistas optan por este estilo de vida con el fundamento de que al cocer los alimentos estos pierden una gran cantidad de nutrientes como vitaminas, minerales y enzimas digestivas.
La nutricionista de la Clínica Bicentenario, July Hes, explica que “el principal problema de esta dieta es que hay ciertos productos que no debemos comer crudos, como huevos, carnes y lácteos no pasteurizados ya que estos pueden contener bacterias o parásitos que en general los ‘matamos’ al cocer los alimentos”.
Al consumir estos alimentos crudos podemos contraer infecciones alimentarias especialmente en casos de pacientes enfermos con cáncer o sida. La nutricionista recalca que “es importante que estos alimentos crudos no se deben dar a enfermos y embarazadas”. Esto se explica porque puede afectar al feto causando malformaciones e incluso su muerte. Si estás embarazada lee cómo cuidarte de los alimentos.
Las infecciones son causadas principalmente por bacterias presentes en mariscos crudos. La nutricionista agrega que “también esto sucede en la salmonella presente en el huevo crudo y parásitosis en alimentos en general carnes y pescados”.
Si bien, la dieta es peligrosa la nutricionista comenta que ” rescato del crudismo el hecho de comer frutas y verduras crudas, pero bien lavadas. Esto aumenta el consumo de micronutrientes y de fibra”. Sin embargo, recomienda comer de manera saludable cada 4 horas. Revisa cuáles son las mejores horas para comer.
La nutricionista indica que “una dieta ideal es balanceada con un 55% de hidratos de carbono, lo que equilave a dos porciones de pan, una porción de arroz o fideos o 1 papa o choclo”. Además, debe componer 30% de lipidos, es decir, semillas o paltas, y un 15% de proteínas provenientes de carnes blancas como pescado, pollo o pavo. No olvides consumir 2 litros de agua al día. Acá te contamos los beneficios de beber agua.
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